Ha sido de los peores golpes para Silvia Pinal, quien fue criticada en la época por casarse solo 10 días después de la muerte de su hija Viridiana.
TEXTO: ALEJANDRO SALAZAR HERNÁNDEZ
El 25 de octubre de 1982, Silvia Pinal enfrentó el peor momento de su vida, pues a 48 horas de contraer matrimonio con Tulio Hernández, su felicidad se vio empañada: su hija Viridiana falleció en un incidente de tránsito registrado por exceso de velocidad y piso mojado al poniente de la Ciudad de México. Perdió el control del automóvil, presunto obsequio de su padrastro, y cayó a un barranco de dos metros de profundidad. Procreada con el cineasta Gustavo Alatriste, era para la actriz la niña de sus ojos. Quedó embarazada de ella luego del escándalo mundial que generó la exhibición de la película Viridiana (1961) en el Festival Cinematográfico de Cannes, Francia, y concluido el rodaje de El ángel exterminador (1962). El 17 de enero de 1963 nació Viridiana, cuyo nombre eligió la actriz en honor a la película que la catapultó internacionalmente. Incluso, Luis Buñuel y su esposa, Jeanne, fueron los padrinos de bautizo.
La pareja vivió en la residencia del Pedregal y se divorció cuando su hija tenía tres años debido a las constantes infidelidades de él. Pasados los años, Viridiana empezó su carrera artística en 1976 con la puesta en escena Annie es un tiro, en la que alternó con su madre en el Teatro Hidalgo bajo la dirección de José Luis Ibáñez.
Desde entonces, Silvia Pinal se encargó de cobijarla en todos los aspectos.
“Mi madre se ha pasado la vida dándome consejos. Me ayuda mucho en todo, en cada instante de mi vida, y a veces hasta sin palabras. Me guía, me dice: ‘Por aquí sí, por allá no’. Me habla, me explica, en fin... Como estoy empezando, me repite constantemente que me debo cuidar mucho, tener disciplina, estudiar, tomar en serio la carrera. Y todo esto, más que oírlo, lo veo en ella. Tengo un ejemplo del cual aprender todo”.
Pero el destino tenía otros planes para la joven de 19 años, cuya carrera, si bien fue fugaz, dejó buenas referencias en teatro, cine y televisión.
Su cuerpo fue aplastado por el auto
“La historia del accidente fue así”, reseña Silvia Pinal en su libro Esta soy yo: “Viri y Jaime Garza eran novios, hicieron una reunión en el departamento de él con amigos comunes, todos actores y actrices, para despedirla de la obra de teatro en la que participaba (Tartufo y el impostor)”. Jaime Garza, quien entonces grababa con ellas la telenovela Mañana es primavera, contó a TVyNovelas lo que ocurrió: “Yo actuaba en el Teatro Helénico, en Equus. Organicé una cena con mis compañeros; ella llegó y se molestó porque también había llevado a sus amigos, Alma Muriel y Claudio Obregón. Viridiana quería que se fueran mis invitados, pero yo no podía correrlos, por lo que se fue enojada”. Y prosigue Silvia: “Acababa de llover y ella, según me contaron, se subió a su coche llorando. Derrapó en una curva, el coche dio vueltas y cayó en una cuneta. Lamentablemente ella no tenía puesto el cinturón de seguridad”.
Parte de su cuerpo fue aplastado por el auto, muriendo instantáneamente. “Estaba a escasos metros de donde vivíamos. Nadie había visto el coche, hasta el día siguiente que avisaron a las autoridades, pero ya habían pasado horas de su fallecimiento. Se hizo un gran chisme, pero aquí no hay culpables. Yo estaba muy mal, no quería dar función el día que la sepultaron”, completó Jaime. ¡SUSCRÍBETE A TVYNOVELAS Y TODAS TUS REVISTAS FAVORITAS! Te podría interesar: