Addis Tuñón y su esposo fueron amenazados de muerte.
Addis Tuñón compartió hace unos días que su sueño de convertirse en madre se hizo realidad junto a su esposo, León.
La conductora y su esposo adoptaron a dos hermanitos, pero el proceso de adopción no fue nada fácil.
Tuvieron que cumplir con varios requisitos, exámenes y mucho papeleo, al grado de que pensaron en desistir. Sin embargo, no perdieron la fe, pero durante el proceso, Addis y León, que llevan cinco años de casados, vivieron semanas de terror, debido a que estuvieron a punto de adoptar a una hija de un sicario.
“Era 30 de diciembre de 2022, un amigo que conocía nuestra lucha por nuestro proceso, nos habla y nos dice: ‘Aquí hay una niña, hay un papá que tiene muchos problemas y quiere entregar a la niña ya, ¿pueden venir?”.
“Tomamos un avión inmediatamente y fuimos a Guadalajara, y conocimos a este señor y lo que estaba haciendo era darle la niña a quien fuera, la estaba ofreciendo a quien fuera. Lo conocimos en una cafetería, León hizo un click con la niña muy fuerte. El chavo llevaba los papeles y nos dijo: ‘Llévensela’”, narró la periodista en el programa ‘De primera mano’.
¡Hacer lo correcto les costó caro!
A Addis Tuñón no le cuadraban muchas cosas, pues la propuesta era muy tentadora, pero muy riesgosa: “Renemos que hacer lo correcto porque esto es trata de blancas, esto es muy delicado, el chavo nos dijo a lo que se dedicaba”.
La presentadora de Imagen TV y su esposo mencionaron que “el chico era sicario, me comentó que una vez se llevó al trabajo a la niña porque no tenía con quien dejarla. Y fue a hacer su trabajo. En ese momento cuando lo conocimos ya estaba escondido en otra ciudad buscando una vida nueva pero quería empezar sin la niña”.
“A los pocos días nos llamó, aunque él no se quiso despedir de la niña, a la semana nos estuvo buscando, nos estaba amenazando, porque quería dinero a cambio, quería que le diéramos un rancho, él creía que éramos millonarios; estuvimos amenazados de muerte por un sicario”.
Además, la conductora y su pareja no vivieron tranquilos por varios días, debido a que ella le dio varios datos personales al delincuente.
“Yo de buena fe le di mi dato de donde trabajaba, esa semana yo salí de aquí con una peluca, con una gorra, muy asustada”.
“Estoy muy feliz porque esa niña tiene un lugar donde dormir, donde comer, tiene cuidados y no está en manos de su papá, esa niña ahorita está segura. Hicimos lo correcto, pagamos boletos de avión, pagamos lo que teníamos que pagar para que ese señor la dejara ahí, se alejara de ahí. No nos vamos arrepentir nunca, fue un duelo muy fuerte”, expresó.