La llegada de Vicente, su primer hijo, le cambió la vida al Capi Pérez, y ahora se confiesa un hombre que vive con las emociones a flor de piel, sensible y preocupado por el mundo que le deja al bebé que nació el 1 de octubre, fruto de su relación con la influencer Itzel Barro.
“He chillado mucho últimamente, he pensado mucho en mi vida espiritual, las historias que salen en las noticias me conmueven cada vez más, las películas también y no me da vergüenza, estoy feliz con lo que me está ocurriendo en casa”, nos dijo el conductor de TV Azteca en entrevista para TVyNovelas.
Para el originario de Aguascalientes, la paternidad, más que colapsarlo, vino a traerle entendimiento y claridad: “Aunque parezca que se complica la vida con un bebé, en mi caso, por lo menos, emocionalmente, creo que la simplificó porque hizo mucho más claro el panorama, mi prioridad es mi familia, siempre lo había sido, pero ahora más que nunca, ahora está claro qué es lo que quiero: que ellos sean felices”.
Los horarios invertidos tampoco han sido un pesar, pues Capi disfruta cada momento de esta maravillosa experiencia:
“Ahora se anda despertando en la madrugada, está comiendo mucho, pero estoy absorbiendo todo, lo agradable, lo desagradable, lo asqueroso y lo bonito de cada momento con mi hijo. Lo estoy disfrutando mucho”.
Sin duda, Vicente le ha dado una recarga de energía que nunca antes había sentido: “Está muy cañón cómo se refleja una cosa en la otra; es decir, yo hace un par de años estaba buscando motivación, a veces no la encontraba, y desde que llegó este cambio en mi vida voy a trabajar con una sonrisa y regreso igual”.
Su reflexión para despedir 2024 tiene que ver con los frutos que deja la paciencia y perseverancia.
“Este año ha sido el mejor de mi vida, recibí a Vicente, simplemente por eso, eso es lo más chingón que me ha pasado en la vida, y profesionalmente no puedo pedir más, esta carrera ha sido muy generosa conmigo y yo también con ella, no nos debemos nada”.