Enamorarse de Gabriel Soto mientras él todavía estaba casado con Geraldine Bazán le costó muy caro a Irina Baeva, pues la actriz rusa debió enfrentar una serie de señalamientos que la ponían como la “mala” del cuento.
Juzgada, criticada y cuestionada, la joven artista que conoció a Soto grabando la telenovela Vino el amor debió mantenerse firme para no caer en una depresión ante el ataque desmedido de sus “hates” en redes sociales.
“Después de todo, finalmente, muchas de las cosas negativas y positivas en la vida, son un aprendizaje. Es muy importante aprender a transformar las cosas negativas en un aprendizaje y, al día de hoy, creo que el crecimiento personal que tuve a lo largo de todos estos años, puedo decir, con certeza, cien por ciento, no cambiaría ni un momento, ni una cosa, ni un día porque no me haría ser la persona que soy el día de hoy”, expresó Baeva al programa De primera mano, transmitido por Imagen TV.
En palabras de la actriz, todo lo que sufrió quedó en el pasado, ya que buscó la manera de en lugar de afectarla la hicieran más fuerte.
“Y para mí han sido todas estas etapas, con todo lo que conllevaba, han sido muy importante vivirlas y pasarlas mal y bien. Hay muchos momentos buenos, muchos momentos malos; pero, sobre todo, transformarlas en algo positivo”.