Hace unos días, un juez dictaminó vincular a proceso al payaso Chuponcito, después de casi tres años de hacerse la denuncia por presunto abuso sexual contra su exmánager Carla Oaxaca.
Desafortunadamente para la víctima y su sed de justicia, José Alberto “N” enfrentará el proceso legal en libertad pues de nuevo logró ampararse. Y no sólo eso. En su persistencia de evadir la ley, buscó llegar a un arreglo económico con los abogados. Ella, por supuesto, se siente burlada por las triquiñuelas del payaso como por el proceder de las autoridades encargadas del caso.
“Tengo sentimientos encontrados: por un lado, veo la luz, por fin se empieza a hacer justicia; y por otro, me siento burlada, indignada de ver cómo alguien puede desafiar así a la ley, llegar con la mano en la cintura, pedir un amparo para evitar la prisión preventiva, y peor aún, se la concedan, después de evadir durante tres años las audiencias. Hace un mes se giró orden de aprehensión en su contra, era prófugo de la justicia porque se la pasó escondiéndose ese tiempo, y resulta que llega, pide un amparo y se lo conceden.
“Desde mi sentir, no existe un cambio en México, porque supuestamente está el apoyo y la protección a las mujeres que sufren este tipo de situaciones, y aquí te preguntas: ¿Dónde están? ¿Qué hueco hay en nuestra ley cuando se permite que alguien se burle de ella y no tenga una consecuencia, y de paso todavía se le otorgue un amparo para pasar en libertad su vinculación a proceso y evitar una prisión preventiva? Me siento triste y desilusionada, pero bueno… Finalmente se está haciendo justicia, ya se le vinculó a proceso y ahora debe enfrentarlo”.
Respecto al arreglo económico que Chuponcito buscó con sus abogados para evadir la ley, fue rechazado: “No fue concedido en ese momento, porque no quise asistir. Estoy muy desgastada, lastimada… Ha sido audiencia tras audiencia en las que salgo llorando; mi psicóloga me pidió no presentarme; ‘Es tu derecho no hacerlo, tus abogados están ahí. Además, sales y vas en retroceso de lo que has avanzado en tus terapias’.
Tampoco quise enterarme de qué se trata la propuesta porque, como siempre lo he dicho, no quiero una reparación del daño ni tampoco dinero; quiero justicia, quiero que él tenga un antecedente que le sirva como escarmiento, o por lo menos como freno para no volver a hacerle daño a ninguna mujer, porque no soy ni la primera ni la única”.
Para ella es lamentable la forma en que el comediante se ha conducido, pues deja ver el poco valor que da a sus acciones: “No quiero que él vea que fácil es ir haciendo daño o hacerle daño a alguien, y llegar con dinero a reparar un daño; ni que fuéramos un coche, al que le diste un golpe, llegas y pagas para que lo arreglen. Somos seres humanos, mujeres que él ha lastimado, que ha violentado y abusado; por eso quiero justicia, no quiero un solo peso de ese señor”.
Aunque considera también una burla el proceder de las autoridades con el comediante, su principal objetivo no es verlo tras las rejas, sino que no vuelva a hacer el mismo daño.
“Evidentemente quiero que se trate con un psicólogo o el tipo de terapia que necesite, pero viendo que con su dinero puede solucionar todo, se va a burlar también de un psicólogo. Me encantaría que quedara ese antecedente para que, cuando intente cometer de nuevo una falta a una mujer o cualquier persona, ya no sea permitido porque hay registro de su acción. Se me hace increíble que al victimario todo se le concede: que no asista a las audiencias sin penalización, que invente que tiene COVID, que está hospitalizado, que su abogado se rompió una pierna… Todo se lo han permitido sin ninguna consecuencia. A veces pienso que la ley está de parte del famoso y del que tiene dinero; Estoy muy contrariada de ese hueco que existe en la ley de nuestro país. Hasta ahora lo único que tendrá que hacer es presentarse cada semana a firmar, no puede salir del país”.
Y aunque sobre José Alberto “N” pesan otras denuncias, aclara que la suya va en solitario, pero si se le requiere para avalar las de otras víctimas, no dudará en hacerlo. “Son denuncias separadas, cada quien tomó su decisión, y como ellas hay muchas más que no se han atrevido a hablar y que tampoco a mí me corresponde decir sus nombres. Yo quiero dejar un precedente, y deseo que hablen. No puede haber más violencia contra las mujeres, ni abusos laborales, ni sexuales, ni nada”.