La actriz jalisciense Cynthia Alesco, egresada del CEA de Televisa, se encuentra viviendo una nueva etapa en su vida, donde combina la actuación con las clases de meditación que imparte en línea y que han sido parte fundamental de su nuevo estilo de vida.
Para la actriz, el practicar la meditación la ha llevado a tener un grado de conciencia de las cosas que son importantes para ella y a darse cuenta de que hay mucha gente que está dispuesta a aprender más. “La meditación se ha convertido en un estilo de vida, tengo ya mucho tiempo dando meditaciones por Zoom y he recibido muchos comentarios positivos, dejaron de importarme cosas que me preocupaban demasiado y la gente está abierta a escuchar más de eso, para mí el poder tocar una conciencia es ganancia”, nos contó en exclusiva.
Pero cómo llegó a esta práctica: “Empecé hace como 15 años, pero cuando entré de lleno fue en pandemia, me fui con todo y aprendí muchos tipos de meditación, para qué funciona cada una, a través de mantras, cómo conecto yo, porque creo que la meditación es algo diferente para cada persona, que cada quien conecta de diferentes formas y tienes que conocerte para saber cuál es la meditación que te gusta, fueron muchos años de práctica hasta que en pandemia con el encierro me dediqué a buscar más información y me dediqué a hacer meditaciones sola y cuando lo empecé a compartir en redes me di cuenta que sabía muchísimo y me adentré más”.
La actriz se dice consciente de que no es un tema de interés para mucha gente porque como seres humanos vivimos en la constante guerra entre atender el cuerpo o el espíritu, sin embargo, ahora que se encuentra reconciliada consigo misma, sabe que meditar es un propósito de vida: “Lamentablemente vale más vender un buen cuerpo que trabajar la conciencia, el espíritu, el alma y el corazón, y más en mi medio, de repente pensaba que a la gente no le gustaba tanto como el hecho de decir: ‘Mírenme, estoy bien guapa’, tuve que luchar mucho contra eso y llegar al punto de decir: ‘No me importa tener menos reproducciones o que me sigan menos, pero estoy compartiendo algo que es mi esencia y que ayuda mucho más que estar del otro lado en la competencia de lo superficial, somos humanos y no podemos dejar fuera el cuerpo, pero fue una gran pelea conmigo hasta que me reconcilié, sé que no puedo erradicar miedos ni lo que soy, pero voy a mostrar algo que le llama mucho a mi ser, es un propósito de vida, quien quiera seguirme bien y quien no, pues no”.
Cynthia enfrentó durante la pandemia su divorcio del también actor Mark Tacher y encontró en la meditación y el encierro, la medicina para el alma, pues se enfrentó a sus traumas y dolor logrando conocer otra parte de su ser: “Lo que más me costó superar fue mi divorcio, que era público y del que yo nunca quise salir a hablar nada de eso porque estaba absolutamente dolida, viví mi duelo tan encerrada, conmigo, en mi proceso, no me molesten, no me toquen, estaba tan sumamente abierta mi herida que me encerré en mi burbuja y esto me ayudo a conocerme un montón, muchísimo y a darme cuenta que nadie nos hace nada, al final de cuentas atraemos lo que nos pasa en la vida, para aprender y trascender y saber de nuestros traumas, todos tenemos y cada quien. Al ser una persona en el ojo público necesitas tener un espíritu muy fuerte para que se te resbalen las cosas”.
Alesco, además de la meditación, ha incursionado en la práctica de terapias de hielo que requieren de una gran concentración y trabajo mental: “Tenía ganas de hacerlo hace mucho tiempo, es un minuto en el que cambia tu vida, tienes cierta fuerza de voluntad y es muy raro porque es el minuto más eterno de tu vida, yo llegué casi a cinco minutos, pero el primero es el más difícil, en el que tu cuerpo se acostumbra, es como una guerra en el que te pones en estado de supervivencia, ese momento en que haces con tu mente que tu cuerpo resista es lo que hace que tu mente se fortalezca, es no dejar que te venza tu cuerpo y eso crea superhumanos”.