Sí, se trata de Marianne Faithfull, ícono del rock británico y eterna musa de los Rolling Stones, quien dejó una herencia de apenas £35,000 al morir a los 78 años, sin haber redactado un testamento. La artista, que vivió sus últimos años en una residencia para miembros del mundo teatral en Londres, no dejó instrucciones legales sobre el destino de sus bienes, y su único hijo, Nicholas Dunbar, fue designado para administrar su modesto patrimonio.
Resulta desconcertante que una figura con su legado artístico, que inspiró canciones legendarias como Wild Horses y You Can’t Always Get What You Want, no haya dejado una fortuna más abultada.
La diferencia entre el valor bruto de su herencia, £43,000, y el neto tras los gastos plantea interrogantes sobre la verdadera magnitud de su riqueza en vida, reveló de forma detallada el diario británico The Sun sobre el misterio de la herencia dejada por Marianne Faithfull.
Las despedidas de los Rolling Stones a su musa
Mick Jagger, con quien Faithfull tuvo una relación en los años sesenta, fue uno de los primeros en expresar su pesar en enero pasado. ‘Estoy tan triste por la muerte de Marianne Faithfull. Fue parte de mi vida durante tanto tiempo. Una gran amiga, una cantante hermosa y una actriz genial. Siempre la recordaremos’, escribió el líder de los Rolling Stones.
Por su parte, Keith Richards también compartió unas palabras sentidas tras la pérdida de la artista: ‘Estoy muy triste. Voy a extrañarla’. La banda reconoció así la huella imborrable que Marianne Faithfull dejó no solo en la música, sino también en la vida personal de quienes la rodearon.
¿Dónde quedó la fortuna de una leyenda del rock?
Aunque Faithfull logró una exitosa carrera musical, que incluyó el emblemático disco Broken English y colaboraciones recientes con artistas como PJ Harvey y Nick Cave, su situación financiera al final de su vida fue sorpresivamente austera y esto se ve reflejado en su escasos ceros a la derecha de su cuenta bancaria.
El pasado de Marianne Faithfull, marcado por la adicción, las décadas sin ingresos regulares, posibles gastos médicos, y el alto costo de vida en Londres podrían haber diluido cualquier fortuna acumulada. Tampoco habría que dejar de lado que sus derechos de autor y regalías hayan sido vendidos o cedidos en vida, borrando todo rastro de una riqueza más sustancial.