En mayo pasado, Elaine Haro denunció a su exmanager, Rulo Sker, por haberla puesto en una situación incómoda durante una presentación en vivo.
El también presentador tomó un micrófono para decir que la joven tenía prohibido cantar las canciones que son de su autoría, e incluso se atrevió a asegurar que su carrera había terminado.
En ese momento, la actriz contó a TVyNovelas que iba a tomar acciones legales, sin embargo, cuatro meses después, nos dice que todo quedó atrás.
“La denuncia quedó ahí, hablé con Rulo, me ofreció disculpas y hablamos, yo siempre he sido de hablar las cosas, no me gusta hacerlo todo más grande y más por mis canciones, por mi carrera, decidí hacerlo de esa manera. Ya no tengo manager, mi mamá es la que me maneja, siempre me ha acompañado a todo, y así seguirán las cosas”.
A sus 20 años, la actriz disfruta el mejor momento de su carrera al interpretar un polémico personaje en la bioserie de Gloria Trevi. Nayeli González es el mayor desafío que la joven ha experimentado en televisión, pues le tocó grabar escenas de muchos golpes, gritos y un llanto desconsolado. Pero, ¿qué habrá reflexionado la chica con este proyecto?
“Me dejó muchas cosas, yo creo que también aprendimos con la historia de Gloria, el hecho de resistir, el renacer de las cenizas, pienso que la vida te puede poner frente a situaciones terribles, pero lo ideal es conseguir fuerzas para seguir adelante, en cuanto a mi personaje, aprendí que debemos hablar, ella es una chica que habla y eso está bien, porque si te sucede algún abuso, hay que decirlo, eso es muy importante y es un mensaje que estamos compartiendo con mucho respeto y responsabilidad”.
En su caso, Elaine admite que siempre ha contado con el respaldo de su familia y que ante cualquier señal de alarma, ellos hubiera actuado inmediatamente.
“Yo, desde pequeña, mis padres han estado ahí, al pendiente de mí, siempre me han enseñado que lo que no me gusta o me haga sentir incómoda, lo hable, entonces desde el principio, si me hubiera pasado algo raro, yo le hubiera dicho a mis padres”.
La fuerte carga emocional que debía imprimirle a su papel, la llevó a experimenta algunas crisis que hasta el médico de la producción tuvo que intervenir. “Es que fueron escenas muy fuertes, de golpes, me generaron muchos ataques de ansiedad antes de grabarla, hubo una vez que Carla tuvo que parar la producción y esperarme porque empecé a llorar, no sabía qué me pasaba, Carla fue a mi camper a hablar conmigo, el doctor me checó la presión y a la media hora ya pudimos grabar las escenas”.