Al cumplirse un año de la muerte de Fernando del Solar (30 de junio), la relación entre su viuda, Anna Ferro, y la madre de sus hijos, Ingrid Coronado, vive su punto más álgido.
Ha trascendido que ambas se disputan un departamento que la conductora adquirió con él, y que existen fricciones en ambas familias; entre ellas, la prohibición de que Ingrid entrara al funeral, y que sus hijos fueron maltratados por la segunda pareja del conductor. Ante este torbellino mediático, Ingrid hizo frente a la situación, y está decidida a no callar más, “pues por no hablar es que me ha ido como en feria en la vida”, admite.
“Esta es una muy buena oportunidad para demostrar que una forma de amar a las personas es respetando sus decisiones; aquí es importante respetar la decisión que tuvo Fer al momento de morir. Si él hubiera querido que el departamento fuera para su esposa, pues muy fácil: me hubiera pagado mi parte, lo hubiéramos sacado del fidecomiso y me hubiera ahorrado nueve años de mensualidades atrasadas. Lo hubiera dejado en su testamento, como dejó otro que le heredó. Al no ser así, lo que me queda claro es que él quería que esa otra mitad fuera para mis hijos; por lo tanto, tendré que tomar acciones legales”, advirtió Ingrid Coronado a TVyNovelas.
Su intención no es generar un conflicto ni crear polémica, pero sí hacer valer y respetar la voluntad del padre de sus dos hijos menores: “Es triste la situación; les consta que a mí no me interesa que las situaciones difíciles y duras se sepan. A lo largo de todos estos años me ha ido como en feria precisamente por callar; con el tiempo he tenido que ir demostrando que lo que se ha dicho de mí es mentira, y siempre lo he hecho con pruebas. Que ahora esto se sepa es algo que yo no busqué, y agradezco que haya personas que quieran tanto a mis hijos”, dijo en relación a quienes han salido a hablar en su favor.
Ella, por su parte, ha intentado entablar una conversación con Anna Ferro, sin éxito. “Le he mandado muchos mensajes, pero ahorita le diría que hagamos las cosas por la paz, yo no soy una persona de guerra. Hay temporadas en las que hay comunicación, pero el problema es que después deja de responder, y eso es lo triste. Ella me dice que los abogados van a llamar, pero no lo hacen… No ha habido oportunidad de hablar en persona, lo he intentado, pero no se ha podido”.
La historia de amor entre Ingrid y Fer se remonta a 2008, pero fue hasta 2012 que se casaron. Su matrimonio duró sólo tres años, y terminó en medio de un vendaval de dimes y diretes. De esa relación nacieron los dos hijos menores de la presentadora de televisión: Luciano, de 14 años, y Paolo, de 11. Ellos serían los herederos del departamento en disputa.
De acuerdo con Ingrid, esta propiedad es la única que está en conflicto: “En realidad no hay nada más; se tendría que iniciar un juicio de sucesión para que se cumpla lo que se dice en el testamento, pero tampoco lo he iniciado”. Asimismo, dijo que sus hijos actualmente no tienen ningún tipo de relación con la familia de Fernando, y ella no ha impedido el acercamiento, simplemente ha dejado que las cosas fluyan: “He aprendido que a mí me pueden gustar muchas cosas, pero que uno no controla lo que sucede. Yo lo que trabajo es fluir en las cosas como son y aprender que eso es lo mejor que puede sucedernos porque formap arte de nuestro diseño de vida; lo que yo busco es encontrar el aprendizaje en cada una de las experiencias”.
La autora del libro Mujerón confesó que ser pintada siempre como la mala del cuento es algo con lo que ha tenido que batallar para limpiar su imagen.
“Es difícil, pero mi historia no es distinta a la de muchas mujeres y personas no sólo en México, sino en el mundo. Creo que mi historia ayuda a darnos cuenta de que muchas veces se maneja información errónea, y valdría la pena que los medios de comunicación tengan la responsabilidad de compartir las cosas cuando se tenga la certeza de que es real. El día de hoy me siento tranquila porque sé que no sólo he podido demostrar que lo que yo he dicho desde un principio es verdad, sino que hay otras personas que reafirman que lo que yo decía es verdad, sólo que a mí no me creían”.
Para ella, lo más importante son sus hijos, por eso los ha mantenido al margen de toda esta situación. “Ellos no están enterados de nada, están en la escuela, con sus amigos;e stán en entrenamiento intensivo de pádel, a ver si representan a México en este deporte. Siempre los he protegido mucho para que no tengan (acceso) a este tipo de información que los pueda perjudicar de una u otra manera”.