A diferencia de sus personajes de villana en los que le hace la vida imposible hasta a sus propios hijos para que escojan asertivamente a sus parejas, en la vida real, Jacqueline Andere se considera una madre comprensiva, pero sobre todo, respetuosa con las decisiones que ha tomado su hija Chantal, por lo que entre ellas nunca han existido conflictos por galanes que la primera actriz no llegó a aprobar.
Enrique Rivero Lake, el esposo de Chantal, ha sido como un hijo para la artista que no tuvo varones. Desde el principio suegra y yerno conectaron, logrando una extraordinaria relación en la que la admiración prevalece ante cualquier cosa.
“Lo que sucede es que uno no puede mandar en el corazón de nadie, por eso nunca fui una madre metiche, ni tuve oportunidad de hacerlo; lo mejor de todo es que mi hija, Chantal, cayó en buenas manos, tiene al lado a un hombre maravilloso, un gran padre, con un sentido del humor negro divino, así como el de mi marido, quien, por cierto, a veces caía mal, pero es una manera de ser”, dice a TVyNovelas la primera actriz de éxitos como Ángela, La otra y Soy tu dueña en el set de su más reciente proyecto dramático.
Con un poco más de 80 años, Andere se siente con la mejor disposición para seguir contando historias a través de la pantalla chica, siempre y cuando su organismo se lo permita, así lo revela en nuestra conversación:
“Yo creo que el trabajo me da vida, trabajar es muy importante para la gente de mi edad porque nos da energía, aunque ya ni menciono cuántos tengo, pero no me canso. Bueno, habrá un día en el que trabajo más de la cuenta y sí llego a agotarme, pero descanso y ya”.
Alejarse de la televisión no es una opción que contemple la actriz, sin embargo, está consiente en que habrá un momento en el queda parar. “Mi cuerpo es el que me va a retirar, me va a decir: ‘Párale porque ya no puedes’, y ni modo, pero nunca se sabe”.