José Eduardo Derbez se olvidó por un momento de la faceta cómica que lo caracteriza y se puso serio al hablar de un preocupante incidente que vivió en el pasado. Esto cuando su integridad estuvo en peligro durante una salida nocturna, ocasión en la que asegura, pudo volverse víctima de un secuestro.
José Eduardo Derbez se sinceró sobre su temor a ser secuestrado
Durante su reciente aparición en el podcast “El Bunker”, conducido por Mauricio Nieto, el hijo de Victoria Ruffo y Eduardo Derbez contó una de sus ya características anécdotas de las noches de fiesta que suele vivir. No obstante, a diferencia de los relatos que suele compartir, esta narración se tornó un tanto sombría.
Y es que lejos de ser una experiencia que recuerde con gracia, vienen a su memoria algunos de los sentimientos que lo embargaron al sentir que podría sumarse a los índices de delincuencia en el país. De acuerdo con la narración del comediante, todo ocurrió después de la boda de Faisy, evento del que regresó a altas horas de la madrugada, momento en el que se volvió el objetivo predilecto para los malechores.
En ese instante, mientras se disponía a volver a su hogar junto a Paola Dalay, su novia y la madre de su hija Tessa, un par de vehículos le cerraron el camino a su chófer, algo que los hizo temer lo peor, aun cuando llevaban dos guaruras para procurarlos.
“De repente se nos cierra una camioneta llena de güeyes armados y se nos pone otra atrás, entonces se empiezan a bajar muchos tipos. Yo iba con dos personas que me ayudan, pero dije: ‘estos no van a poder contra 16', así que les dije que no muevan ni un dedo”, recordó el hijo de Eugenio Derbez.
Así se salvaron José Eduardo Derbez y su novia de un secuestro
Afortunadamente, todo quedó en un susto, pues conforme pasaron los minutos, se percataron de que se trataba de una especie de retén, aunque eso no les quitó el susto. “Todo fue muy rápido. Nos volteamos a ver preguntándonos qué acababa de pasar, queríamos saber qué fue todo eso”, finalizó, reiterando que del temor hasta se les bajaron las copas y finalmente agradecieron que pudieran volver seguros a su hogar.