Ariana Grande es una de las figuras más reconocidas de la música pop y durante años lució un “rostro de muñeca” ante las cámaras, aunque ahora confiesa que acabó pagando un alto precio por ello.
La presión y los ataques en redes sociales fueron determinantes para Ariana Grande y ella ahora ha podido aceptarlo: durante años, la popular cantante pop lució un rostro perfecto tanto arriba del escenario como en las redes sociales; sin embargo, recientemente, la estrella juvenil se sinceró y ha confesado los duros momentos que pasó por alcanzar una imagen perfecta.
“Por mucho tiempo, la belleza para mí se trataba de esconderme y ahora siento que, tal vez, no”
En su afan de cumplir con estereotipos de belleza irreales, Ariana Grande confesó recientemente que se hizo adicta al botox y otros procedimientos estéticos para rellenar la piel y así tener un rostro “intachable”, algo que mantuvo en secreto hasta ahora.
Ariana Grande compartió un poco de su rutina de belleza para la revista Vogue, y aprovechó el segmento para hablar ante sus fans del alto precio que tuvo que pagar por su obsesión de verse perfecta, al tiempo que les dejó una importante reflexión sobre la importancia de aceptarse.
ARIANA GRANDE Y SU LUCHA CONTRA LA ADICCIÓN AL BOTOX
No sólo el rostro de Ariana Grande sufrió las consecuencias de la aplicación excesiva de productos: también su cuero cabelludo resultó afectado debido a los fuertes químicos que le aplicó a su pelo para interpretar a “Cat Valentine”. El daño fue tal, que su cabello durante mucho tiempo sufrió daños que obligaron a la cantante a peinarse con su icónica cola de caballo alta.
“Espero que las líneas de mi sonrisa sean más y más profundas y que me ría cada vez más. Envejecer puede ser algo hermoso”
Ahora, Ariana Grande tiene 30 años y ha alcanzado la madurez suficiente para hablar de lo que estaba haciendo con su cuerpo: “Tenía un montón de relleno en los labios por años, y solía utilizar botox, paré hasta el 2018. Por mucho tiempo, la belleza para mí se trataba de esconderme y ahora siento que, tal vez, no”, declaró Ariana.
Entre lágrimas, Ariana Grande aceptó que esa época fue muy oscura para ella, pues desde los 17 años tuvo que soportar ataques por su apariencia. Afortunadamente, ahora ha aprendido a quererse como es, con sus arrugas y líneas de expresión, por lo que ahora ha optado por sólo usar un discreto maquillaje.
“Quiero ver mis líneas de expresión de llanto y sonrisa (...) espero que las líneas de mi sonrisa sean más y más profundas y que me ría cada vez más. Envejecer puede ser algo hermoso”, fue el conmovedor mensaje final que la cantante compartió con sus seguidores.