Hecho pedazos por la muerte de su padre, MARCOS VALDÉS nos comparte qué le tocó del legado del comediante.
Por Grisel Vaca – ¡Síguenos en Instagram: @tvynovelasmex!
La próxima semana (28 de diciembre) se cumplen cuatro meses del fallecimiento de Manuel “El Loco” Valdés, y su hijo Marcos Valdés no logra superar tan dolorosa pérdida.
El actor nos compartió cómo ha vivido el duelo y lo difícil que ha sido sobrellevar su ausencia. Además, detalla una plática especial que tuvieron un día en un hotel de Estados Unidos, y confiesa que el comediante sí lo incluyó en su herencia; le dejó un tesoro invaluable que él cuida con profundo amor y cariño.
- “SIENTO QUE ESTÁ TODAVÍA CONMIGO”
¿Cómo te ha ido durante la pandemia?
Para ser sincero, ha sido un año difícil por la falta del trabajo, pero gracias a Dios se abrieron puertas. Estoy dando clases de actuación en línea; tengo varios alumnos: 27 adultos y 32 niños, y eso me ha permitido seguir trabajando.
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Además, hice algunos shows digitales en homenaje a don Germán Valdés “Tin Tan” y a todos mis familiares, Me fue muy bien, pero no ha sido fácil.
Este año también murió tu padre, ¿cómo has sobrellevado su ausencia?
Estoy hecho pedazos, no puedo superarlo ni creo poder hacerlo en un buen rato. Siento que está todavía conmigo, vacilando, que tiene ganas de tomarse su traguito y su cervecita, y que le sigue echando porras al América. ¡Imagínate si no me acuerdo de él cada vez que juega su equipo! En cada instante está presente.
Mucho se ha hablado de su herencia, ¿te dejó algo?
Sí. El América le hizo un homenaje precioso a mi papá cuando jugaron contra Mazatlán y ganaron. Le mandaron hacer un cuadro gigante, hermoso, con la camiseta número 1 de “El Loco” Valdés, la cual dice: “Va por ti, Loco”, y le dieron un plato de plata precioso.
Hicieron favor de entregarme los dos reconocimientos, y eso es lo único que heredé de mi padre, lo confieso, pero para mí fue un gran honor.
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También heredaste la fisonomía Valdés, ¡tienes todos sus rasgos!
¡No puedo negarlo! (risas). De hecho, recuerdo cuando le decía a mi papá: “Conmigo te empeñaste”, y me contestaba: “Sí m’hijito, te estaba haciendo y de repente te encontré”.
¿Recuerdas alguna plática en particular con él?
Sí. Aunque no convivimos tanto, tuvimos una muy bonita cuando lo contraté en Estados Unidos, en McLean, Texas, en el Palladium, para celebrar los cien años de Tin Tan. Yo estaba muy contento porque tuve la oportunidad de contratarlo y pagarle. Ese día nos quedamos en el hotel platicando hasta las 7 de la mañana; él quería tomarse su vodkita y me dijo: “Vente hijo, vamos a echarnos esta botellita”.
- “DE HERENCIAS NO QUIERO NADA; PARA MÍ NADA MÁS SON PROBLEMAS”
¿De qué charlaron?
De muchas cosas: de su primera experiencia, la primera vez que conoció a una mujer y qué le pasó con ella... De cuando lo llevaron a una casa de esas (de citas)... Me dijo: “¿Pues qué crees? ¡Abusaron de mí!” (risas).
Me platicó que fue una señora muy guapa, interesante, que lo enseñó a ser muy galán y educado, porque eso sí, siempre me decía: “Trata bien a las mujeres y siempre se te van a rendir”.
Como saben, mi padre fue un gran conquistador. La experiencia de platicar con él hasta altas horas de la madrugada fue increíble, estuvo muy contento y me platicó muchas anécdotas, cómo logró las cosas y salió adelante.
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¿Hablaron de ustedes?
Sí, me platicó toda su historia, que se casó muy joven. A los 18 años tuvo a mi hermano Manuel, y cómo a los dos años nació Jorge y luego Fernando... Después tuvo otro hijo, pero de otro cachete, que fue mi hermano Óscar; luego a su quinto hijo, Pupi (q.e.p.d.), y después me dijo: “Se me apareció tu mamá. Por todos lados se me aparecía cuando estaba haciendo la obra Ring, ring, llama el amor. Estaba muy chiquita, tenía 16 años, a pero muy bonita”.
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Y le dije: “Papá, ¿por qué no la corriste?”, y me dijo: “Porque estaba muy guapa. Además, si no, no hubieras nacido tú”, y platicamos un largo tiempo de sus conquistas, de sus amores, su mundo y del enorme cariño que sentía por don Germán, a quien siempre admiró.
Más allá de la herencia y los conflictos familiares que puedan existir, te quedas con esos momentos…
Así es. Yo de herencias no quiero nada, para mí nada más son problemas, y no quiero problemas.. ¿Para qué meterte en líos? Mi papá ya no tenía dinero; de hecho, me dijo hace muchos años que había heredado a mis primeros hermanos: a Manuel, Jorge, Fernando, Pupi y Norma, de su primer matrimonio, y me dijo: “Hijo, no te pude heredar”, y le contesté: “Estás equivocado, me heredaste mucha sangre”. Al final, puedo decir que mi papá vivía en la casa de su segunda esposa, que es la señora Arcelia Larrañaga, y ahí terminó sus días. Esa casa es de mis hermanos, yo tengo que respetar eso y no quiero nada. Si algún día me regalan una foto, yo encantado de la vida, pero no voy a pedir absolutamente nada.
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