El padre de Héctor Ramírez, quien interpreta a Rosa Concha, murió el día que cumplía 55 años; el actor nos cuenta la dura experiencia.
TEXTO: HUGO MALDONADO
Héctor Ramírez, quien da vida a la simpática Rosa Concha, aún conserva el regalo que no pudo entregar a su padre, Abel Héctor Ramírez Canales, cuando éste cumplió 55 años, pues ese día falleció a causa de complicaciones de diabetes. En entrevista, el actor originario de Torreón, Coahuila, nos confiesa cómo pasó este trago amargo cuando tenía tan sólo ocho años.
“ME QUEDÉ CON SU REGALO DE CUMPLEAÑOS”
¿Cómo fue la pérdida de tu papá?
“Un golpe muy duro, sobre todo siendo yo hijo único. Era el día de su cumpleaños, había pasado mala noche; padecía diabetes y ya había presentado un coma. Me despertaron para ir a la escuela y mi mamá me pidió que le entregara el regalo a mi papá regresando de clases.
“Me fui, y a media mañana fue por mí uno de los maestros de la escuela, me llevó a la capilla y me dijo: “Necesito que seas muy fuerte. Nos acaban de avisar que falleció tu papá”, y yo me quedé con ese regalo envuelto que nunca le pude entregar en las manos.
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¿Recuerdas qué era el regalo?
“No recuerdo específicamente qué fue, pero sí fue una experiencia que se me quedó muy marcada. Durante algún tiempo estuvo por ahí el regalo, después alguien lo agarró... Algún día lo he de encontrar y abrir.
¿Pudiste despedirte de tu papá?
“Tuve la desgracia de no poder decir “adiós” a uno de los seres más amados en mi vida, pero después la vida misma me dio la oportunidad de ir a visitarlo al cementerio donde descansa. Ya con toda la madurez y conciencia le di gracias por todo, platiqué con él y me despedí.
¿Recurriste a ayuda profesional para superar esta experiencia?
“Sí, tuve que recibir ayuda psicológica, me ponían a hacer dibujitos. La verdad, era muy pequeño y no logré entender lo que representaba la muerte de mi papá, hasta muchos años después, cuando llegué a la adolescencia; ahí fue cuando empezó el golpe duro, cuando resentí la ausencia de mi papá.
“MI VIDA ERA JUGAR A HACER TELEVISIÓN”
¿A qué edad mostraste interés por ser actor?
“Toda mi vida. Yo no supe jugar a otra cosa, no me llamaron jamás la atención los balones de futbol ni los cochecitos... Mi vida era jugar a hacer televisión; con cosas que quitaba mi mamá de la casa, yo armaba escenarios dentro de mi cuarto.
“Tenía una grabadora que me regaló mi papá y ahí grababa con casetes mis programas de radio; eso venía de arriba, de las más altas regiones del espíritu.
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¿Cómo surgió Rosa Concha?
“Un día, en un programa de radio se me ocurrió hacer la imitación de una tía que era muy simpática, a quien yo imitaba todas las navidades, y resultó que le gustó a la gente. Luego entré a otro programa, y una cervecería pidió que desarrolláramos una hora con el personaje. Ahí le puse Rosa Concha.
¿Tu tía supo que la imitabas?
“Nunca, ella ya había fallecido. Era una tía abuela a quien queríamos mucho, hermana de mi abuelita, se llamaba Petrita y era muy simpática. De ella saqué muchas cosas: la manera en que hablaba... y también de la fantasía, porque hay una parte media loca que yo le inventé, como que es “la zar de los carritos de tamales oaxaqueños en el mundo”. ¡SUSCRÍBETE A TVYNOVELAS Y TODAS TUS REVISTAS FAVORITAS! Te podría interesar: Rosa Concha se vuelve reportera… ¡a costa de lo que sea!