“¡Mi luz, mi luz!”, repite una y otra vez Lucía Méndez al momento de conversar con TVyNovelas. Como buena diva que es, la actriz sabe, perfectamente, cuál es su mejor ángulo y qué tipo de iluminación le conviene. Las reglas son sencillas: “Hazme las tomas a mi altura, ni de arriba, ni de abajo. A mi altura… Tampoco me tomes los pies porque no traigo tacones”.
Acompañada de su inseparable asistente, Paty Padilla, la actriz había llegado, minutos antes, muy puntual a nuestra cita en el piso 25 del Hotel Fiesta Americana Reforma donde
está el Foro Stelaris, lugar icónico de las noches de Cabaret mexicanas, en el que la actriz ensayaría para el musical Vedette, show en el que es la estrella invitada durante seis semanas.
Para este compromiso escogió un saco verde botella y prefirió tener el cabello suelto, por cierto, más largo que de costumbre, con un tono rubio que le da brillo a su rostro,
maquillado con una gama de colores rosa y tierra.
Ahí, en pleno set, Lucía deja de ser la estrella inalcanzable, se despoja de la enigmática Diana Salazar o de la sufrida Colorina para saludar a todos por igual. Abraza, besa y hasta
bromea, pero eso sí, recalcando que sin su “luz” no haría ningún video porque a las actrices “hay que cuidarlas”.
¿Cómo te sientes en este momento de tu vida?
¿Se puede decir? ¡A toda madre! (risas) Me siento muy bien, a toda margaritas, me siento bien, a toda madre, así se dice acá en México, se escucha un poco grosero, pero es muy sincero. Estoy muy contenta, realizada, he experimentado todo en mi carrera, hasta realitys. He hecho de todo, nada más me falta vender mole en La Guadalupana los domingos y yo creo que me iría muy bien.
¿Y el show de Vedette en qué momento llega a ti?
Creo que en el mejor momento de mi vida, es una mezcla de noches de Cabaret con Vedette que es una producción maravillosa en el Foro Stelaris y realmente estoy muy contenta de estar con ellos y unir estos dos conceptos con este gran talento, yo no estoy produciendo y es la primera vez que yo no produzco un espectáculo musical mío. Lo más lindo es que hay un ambiente muy hermoso entre los bailarines, el talento y el staff; no existe la mala onda ni la envidia y eso me hace sentir muy contenta por estar haciendo esta corta temporada de seis semanas y si nos va bien estaremos mucho más, ya nos están pidiendo el show hasta en España y vamos a echarle muchas ganas.
No hay un show nocturno de cabaret como este, no lo hay en México, estoy muy feliz de estar viviendo esta nueva experiencia.
No produces este espectáculo, pero es sabido que tiendes a involucrarte mucho en cada proyecto, ¿qué le aportas particularmente al musical?
Simplemente a los productores pedirle lo que necesito y ellos me han dado la libertad para aportar, entre todos escogimos las canciones, el vestuario, todo ha sido en conjunto musicalmente hablando entre ellos y yo. He aportado en lo que tengo que decir, en lo que usaré y eso me ha hecho sentir muy bien, arropada y cuidada porque estoy trabajando con gente profesional.
Una diva como tú, qué necesita para decir que sí a un proyecto.
Que tenga gente profesional, linda, que se la sabe todas a mi lado. Gente que esté revisando todo paso a paso, lo que canto y hasta cómo me muevo. Ellos saben que yo no soy bailarina, pero sí tengo la técnica y de alguna manera me están cuidando todo, la música, vocalizar; toda una preparación.
¿Qué rememoras haciendo Vedette?
Recuerdo mucho a Noches de Cabaret cuando lo hice en El Patio y fue algo muy grande y maravilloso para mí; un recuerdo inolvidable porque lo produjimos Pedro Torres y yo. Me recuerda muchas cosas lindas de mi vida, por las cuales estoy haciendo con mucho cariño este proyecto.
“A Luis Miguel lo quiero mucho”
¿Una diva nace o se hace?
Yo creo que se hace y la diva es por trayectoria no por aptitudes de que: ‘Ay, yo soy la divina envuelta en huevo’, simplemente creo que cuando haces un reality show es mucho show y de alguna forma creo que esto es completamente diferente.
Las coronas las ponen y las quitan… ¿cómo haces tú para ser siempre una reina?
Ay mi rey… no se (risas), no tengo ni la menor idea, pero muchas gracias por decirme que siempre soy una reina.
¿Qué fue verdad y que fue falso en Siempre reinas?
Yo creo que es mucho montaje, puede ser una parte real y otra parte de un personaje que sí construí con un amigo mío, pero no hablaré de eso. Next, terminó.
¿Si quedaste de malas con Dulce?
No hablaré de eso mi amor y mucho menos hablar mal de alguien.
¿Los efectos que trae tu perfume también te han servido a ti para conquistar?
¡Como no, como no! Ustedes pónganse mi perfume para que vean como les cambia la vida, se lo tienen que poner en la piel todo el tiempo y no es que vayas a salir y te van a violar, no, tampoco. Vas a salir, y te van a ver luz, te van a ver animosa, feliz, contenta, porque aparte la feromona que yo inventé con mi fórmula quita depresión, es sintética y no hace daño.
Dicen que en la vida hay tres amores: El primero, el imposible y el amor de tu vida. ¿Cuáles han sido esos tres para ti?
Mi primer amor ocurrió cuando yo estaba muy chiquilla; tenía unos 13 o 14 años, me enamoré de un chico italiano que se llama Romano, guapísimo. (Suspira) El amor imposible es Brad Pitt, pero parece que es canijillo; tremendo, dicen que es fuerte de carácter, pero me gusta mucho. Y el amor de mi vida es Dios, definitivamente.
¿Y en qué lugar dejas a Luis Miguel?
Ayayai, tenía que salir, tenía que salir. Lo dejo en un lugar muy lindo, que lo quise, lo quiero mucho y nada más.
¿Tienes música de él en tu playlist?
Tampoco voy a hablar de eso.
¿Aún sientes nervios al estrenar un proyecto como Vedette?
Claro, el día que no me den nervios estoy perdida. Claro que me dan nervios, claro que estoy con emoción porque es un show en el que voy a tener al público muy cerca y podemos cantar, platicar, movernos y tomarnos un tequila como si estuviese en la sala de mi casa, pero es el foro Stelaris que es un lugar icónico y emblemático. Estoy segura que nos la pasaremos muy padre.
¿Tienes algún amuleto o haces un ritual antes de salir a escena?
Le rezo a Dios junto con todo el equipo, hacemos tres padres nuestros y le encomiendo a Dios que sea su voluntad y siempre ha sido un éxito cuando se lo entregas a él.
¿Qué esperas del público?
Que se diviertan, que agarremos la jarra, que conversemos, contemos anécdotas, que se rían, se la pasen bien, se olviden de sus problemas y vivan la experiencia de Vedette.