Así como dice su canción, Anahí sobrevive por pura ansiedad, con el nudo en la garganta, y es que a casi un mes de comenzar la gira de conciertos con sus compañeros de RBD, la cantante sigue sin escuchar de su oído derecho luego de que el pasado junio le perforaran el tímpano mientras le hacían un molde para unos auriculares que utilizan los artistas en sus conciertos para poder aislarse del ruido y cantar sin interrupciones. Fue el pasado 21 de junio cuando la recordada Mía Colucci compartió en redes sociales el lamentable episodio que alarmó a los fanáticos de la banda que se reencontrará en los escenarios después de 15 años.
El daño ocasionado, según dice a TVyNovelas la otorrinolaringóloga Alondra Parra, “se trató de una perforación traumática, y en este caso afectó un 25 % (de la audición); puede cerrar en menos de un mes, cuidando que no entre absolutamente nada de agua, por lo que se debe cubrir el oído a la hora de bañarse. Al tener además sangrado y costras, le puede bajar la audición hasta un 40 %, en lo que tarda en limpiarse de manera natural el oído. No se recomiendan gotas, lavados o limpiezas”. La especialista asegura: “Cuando son perforaciones de este tipo tardan de uno a tres meses en cerrar por sí solas, y cuando son mayores del 50 %, es difícil que cierren naturalmente, por lo que se recomienda una cirugía a partir de los seis meses, contando desde el momento en que ocurrió la lesión”.
Generalmente los especialistas dan un margen de seis meses en lo que denominan “lesiones mayores”. Si en ese tiempo no mejora, es necesaria una timpanoplastia, intervención que consiste en la reparación de la membrana del tímpano para cerrar así la perforación. “En la cirugía se toma un injerto detrás del pabellón auricular y se coloca sobre la perforación timpánica. La recuperación tardaría un mes. Por lo pronto (en el caso de Anahí), no es necesario antibiótico, sólo analgésico para el dolor; tampoco se recomiendan gotas, ya que al estar perforado el tímpano arrastrarían todo lo sucio del conducto auditivo al interior del oído medio”, agrega Parra a esta revista.
A juicio de la doctora, “no es normal que Anahí no escuche nada. Si ella asegura que perdió por completo la audición, puede ser que la lesión haya sido más profunda y se hayan roto los huesillos o se haya dañado el nervio, en ese caso sí puede haber una sordera total. Para saber el grado de lesión se necesita una audiometría, porque un paciente con una perforación timpánica no queda sordo. Cuando le quitaron el molde, tal vez hicieron presión negativa a la hora de retirarlo y eso pudo haber causado una disrupción de la cadena osicular, es decir, que los huesitos se hayan luxado, y por eso ella sienta una baja auditiva mayor. Es normal que sienta mareos porque el tímpano participa en el control de la presión, y al estar perforado no puede regular esa presión; incluso al agacharse, levantarse o girar bruscamente ella va a sentir ese mareo, incluso a veces hay un zumbido acompañado de dolor”.