Mariana Echeverría se lo pidió mucho a Dios, en él depositó su fe y no se dio por vencida, lo intentó y lo intentó hasta que por fin lo logró y hace unos días celebraba la espera de su segundo hijo al lado del futbolista Óscar Jiménez.
Sin embargo, la presentadora vuelve a enfrentar la dura prueba de perder a un bebé. El pasado 11 de julio dio a conocer que estaba embarazada. Este 30 de julio, confirmó lo peor.
“Nos imaginamos y dimos por hecho una vida a tu lado y ahora tenemos una vida sin ti. Te imaginamos cuidándote y guiándote pero el plan salió otra vez al revés, tú nos cuidas y nos guías”, escribió en Instagram.
“La vida nos sigue poniendo pruebas muuuuy fuertes pero cada una de ellas nos da mayor resiliencia. Hoy tenemos un motivo por el cual recuperarnos y salir adelante lo antes posible ; se llama LUCCA. Con todo el amor les pedimos respeto en este proceso que no ha sido nada fácil para nosotros”.
En entrevista exclusiva con TVyNovelas hace unas semanas, la mamá de Lucca compartió que nunca perdió la esperanza de convertirse en madre por segunda ocasión, ni siquiera después de vivir la dolorosa experiencia de haber perdido al bebé que esperaba hace unos meses, el cual se encontraba en la sexta semana de gestación.
“La verdad es que sí fue muy triste, cada mes decía: ‘ojalá este sea (el bueno)’; todo el mundo me decía que entre menos me presionara era mejor, pero al final así vivimos las mujeres que deseamos ser mamás, siempre estamos esperando que llegue el mes para hacerte la prueba, entonces, sí, mi proceso (de duelo) fue doloroso, pero lo supe llevar y darle la vuelta a la página, porque no era el fin del mundo y no lo dejé de intentar. Siempre pensé: ‘si Dios me lo quiere mandar, bien…’”.
Mariana Echeverría confesó que, si su embarazo no se daba, había contemplado la idea de recurrir, quizás, a la tecnología para poder concebirlo, se había dado el plazo de un año, y después, junto con su esposo, tomarían una decisión.
La conductora ya congeló sus óvulos: “Sí, los congelé, porque tampoco estoy en una edad tan fácil de reproducción, pero siempre se lo dejé a Dios, que él decidiera”.