Sin lugar a dudas, la muerte de Paco Stanley cambió el rumbo de la vida de muchas personas cercanas al presentador, quienes sufrieron los estragos de este suceso de diversas maneras. Uno de los principales afectados es Mario Bezares, quien además de perder a su entrañable amigo, fue directamente señalado por presuntamente haber planeado el atentado que terminó con el futuro del presentador.
Aunque poco más de un año después las autoridades determinaron que no existían elementos suficientes para sustentar esta versión y el comediante resultó absuelto, quedaron huellas en él que hasta el día de hoy sigue recordando. Entre estas memorias, está cómo fueron sus últimos momentos de libertad previo a que lo arrestaran y sometieran a proceso, casi a la par de que también se solicitara la presencia de Paola Durante, a la que de igual manera se acusó por su probable participación.
Así fue la noche previa al arresto de Mario Bezares
En medio de la polémica que generó el estreno de una serie que aborda el asesinato de Paco Stanley, se han retomado algunas de las cuestiones que mayor interés causaron en ese momento, como la vez que Mario Bezares fue detenido y, posteriormente, ingresado al reclusorio mientras se realizaban las indagaciones correspondientes.
Este hecho causó gran interés en el público, pues además del impacto mediático que el fallecimiento del conductor, ocasionó revuelo que uno de los principales sospechosos fuera su gran amigo y colega.
En una conversación que el regiomontano recientemente sostuvo con Yordi Rosado, rememoró la última noche que pasó en su casa, siendo consciente de que las posibilidades de que terminara en prisión eran altas. Y aunque siempre confió en que podría demostrarse su inocencia, no sabían cuánto les tomaría que su vida regresara a la normalidad.
“Dormimos los cuatro juntos en nuestra recámara. Algo que no puedo olvidar, es el ruido de los helicópteros que estaban todo el tiempo sobre la casa”, rememoró sobre ese día que quiso disfrutar de su familia tanto como le fuera posible.
Asimismo, “Mayito”, como solían llamar a Bezares, ha ventilado que a la par de todo lo que esto implicaba por sí mismo, también tuvo que lidiar con reclamos, insultos y juicios constantes por parte de quienes sí llegaron a dudar de su palabra.