El duelo por la muerte de Talina Fernández se recibió en su casa de la CDMX, donde se congregaron familiares y amigos para despedirla. Su hijo Coco Levy compartió cómo fueron los últimos días de vida de La Dama del buen decir, y nos sorprendió con esta revelación.
“Hace un mes se sintió débil, pensó que se debía a la falta de vitaminas o a una infección dental; le practicaron estudios de sangre y resultó que era leucemia. De hecho, no se enteró de que la padecía, nunca antes la tuvo; la velocidad con que se desarrolló fue sorprendente. Ella siempre estuvo alegre, contenta… Tenía una sonrisa para todo, decía sólo cosas buenas. Sus últimos momentos fueron de somnolencia, por la cantidad de calmantes que tenía. Cuando estuvo despierta lo único que pensaba era en amor para todos: para sus hijos, sus nietos, sus amores y el público. Será una persona difícil de seguir porque que debes ser un ser de puro amor. Ella nada más pensaba en lo bueno de la gente, y se fue rodeada de todos los que la aman para llegar con Mariana y la gente que necesitaba y le faltaba hace muchos años. Se fue con una sonrisa”.
Sus hijos siempre la calificaron como madre extraordinaria que fungía también como su principal cómplice de travesuras cuando ella se los llevaba a su trabajo para pasar más tiempo a su lado.
María Levy fue muy cercana a Talina y hasta tenían un podcast juntas. https://t.co/CLA76yPKRm
— TVyNovelas México (@TVyNovelasMex) June 30, 2023
DESCANSARÁ JUNTO A MARIANA
El cuerpo de Talina Fernández fue incinerado el 29 de junio. En un tiempo, parte de sus cenizas serán esparcidas en el mar de Acapulco, Guerrero, uno de sus sitios favoritos, y también en el bosque donde ella depositó las cenizas de Mariana, además de algunos lugares donde laboró, dijeron sus hijos. Días antes de morir, manifestó su deseo de viajar a Egipto, montar una obra de teatro y muy especialmente su última voluntad: “Que mi familia esté bien y todos juntos”.
De 2002 a 2005 condujo con su hija el programa de revista Nuestra casa, donde enfrentó la mayor tragedia de su vida: el sorpresivo fallecimiento de Mariana a causa de un infarto durante un intento de asalto en la CDMX. Pero también mostró carácter y entereza al adoptar y tomar bajo su protección a sus pequeños nietos. “Yo no soy una persona sufridora ni víctima, para mí eso no es cualidad. Yo tengo un dolor real en el fondo de mi alma que se irá conmigo hasta el día que me muera”, decía Talina.