Cuando Elissa Marie, la hija mayor de Gabriel Soto, le confesó a su papá que un joven deportista la estaba pretendiendo, el actor respiró profundo y le manifestó todo su apoyo, sin oponerse a lo que sería el primer amor de la adolescente que recientemente cumplió 15 años.
Según revela el protagonista de éxitos como Mi fortuna es amarte a TVyNovelas, sus compromisos en la pantalla chica nunca le han impedido involucrarse en la crianza de las menores, pues aunque se separó de Geraldine Bazán en medio de mucha controversia, ambos han llegado a un acuerdo por el bien de Elissa y Miranda.
“Ser papá de estas princesas es lo máximo, imagínate que disfruto cada etapa con ellas y puedo decirte que mis hijas son mi vida entera, ya afortunadamente me he puesto de acuerdo con su mamá, de que pasen la mitad del tiempo conmigo y la mitad con ella, entonces pasan algunos días a mi lado, que es bastante, y eso me llena de alegría. En estos momentos mi prioridad es apoyarlas, educarlas y darles un buen ejemplo de vida”, revela el artista en nuestra entrevista desde el foro 3 de Televisa San Ángel. Para él, tener una hija de 15 años era algo inimaginable por aquellos tiempos en los que intentaba abrirse paso con proyectos memorables como Amigas y rivales.
“Te confieso que no pasaba por mi mente, es una locura,
la verdad, el otro día me fui a ver a mi papá que vive en Playa del Carmen y también me decía que no podía creer que Elisa ya tuviera 15 años, no se explicaba en qué momento se convirtió, prácticamente, en una mujer. Pero nada, a mí me encanta verlas crecer y estar ahí, en cada escalón que van subiendo”.
Ahora que Elissa cumplió sus 15 años el 17 de febrero, la jovencita no quiso fiesta en la que tuviera que llevar un vestido de princesa y atender a 500 invitados.
Tampoco le agrava la idea de bailar con un chambelán; ella prefirió un viaje con sus amiguitas a la playa y fue así como sus famosos papás la complacieron. Le obsequiaron una inolvidable estancia en un resort de Nuevo Vallarta, donde se la pasó de lo mejor.
“Lo que pasa es que nosotros no somos tanto de eso, de fiestas grandes, pero bueno, finalmente es lo que ella quiso y si me hubiera pedido una celebración en la que bailara el vals con ella, lo hacía sin problemas”.
A sus 48 años, Gabriel Soto se considera un hombre de mente abierta, empático y comprensivo, por lo que el romance de su hija mayor no le genera ningún conflicto. Es un suegro feliz que acepta el paso del tiempo y los procesos que traen consigo los años.
“No soy un papá celoso, pues mientras yo vea a mis hijas felices y tranquilas, obviamente yo también voy a estar feliz. A ella no le gusta que yo detalles de su vida privada, pero trato de estar cerca de Elissa y darle los mejores consejos”.
Según contó el artista, él trata de darle su propio espacio a la joven, alejándose del temible papá “metiche” que prohíbe a sus hijas vivir la magia del amor adolescente. Es de los que pone los límites normales, pues confía,
plenamente, en la también actriz, a quien considera “una niña muy madura”.
Y aunque por privacidad, ni Gabriel, ni Geraldine revelan el nombre del afortunado galán de su hija, el intérprete de Ulises “El Feo” dijo que se trata del mejor amigo de su sobrino, por lo que las familias se conocen y ya ha existido convivencia entre ellos.
Como un padre responsable, Soto guía a sus hijas a la excelencia, entonces los estudios están primero que cualquier inquietud artística que tengan en su crecimiento.
“Creo que por lo menos es necesario que terminen la preparatoria, que es la educación básica, porque finalmente, la actuación va a estar siempre y la
escuela no, y yo creo que necesitan tener una base de educación, pues eso fue lo que a mí me inculcó mi papá, es muy importante, entonces también como ella ya hizo una novela en la pandemia (Si nos dejan), ya sabe de qué se trata esta profesión, pudimos hablar en la escuela porque en esa época se ponía al corriente después de grabar, pero no le gustó mucho, o sea, sí fue una grata experiencia, pero también se enfrentó al sacrificio de las tantas horas que pasamos en un set, de la disciplina, entonces me dijo: ‘No papá, yo quiero estudiar, quiero estar con mis amigos y mis amigas’, y me parece perfecto porque ya el día de mañana sabe que tiene las puertas abiertas, y que lo esencial es terminar la escuela como debe ser”.