La menopausia, problemas hormonales y crisis emocionales llevaron a Bárbara Torres al colapso durante su paso por La casa de los famosos. La actriz fue atacada, señalada, criticada, juzgada y hasta odiada dentro y fuera del reality show, por lo que una vez afuera trata de limpiar su imagen y dejar de lado las polémicas en las que estuvo envuelta con sus compañeros del programa.
“Regresar a mi vida cotidiana ha sido divino, por suerte, es que es una experiencia padre, única en la vida, pero no deja de ser fuerte, sin embargo es un juego que se acaba, uno sale de ahí y todo queda dentro de la casa. Yo digo que estaría bien vivir la experiencia una sola vez en la vida”, manifiesta la artista en entrevista con TVyNovelas.
A la famosa Excelsa de La familia P.Luche, el programa de Televisa le dejó una gran lección: “Aprender a valorar las pequeñas cosas, las cosas chiquitas, me enseñó a valorar los sentimientos, las expresiones mínimas de las amor”. Y aunque parezca que salió en guerra con unas cuantas figuras del elenco, confiesa que le quedan buenos afectos del proyecto. “Sí hice amistades que voy a mantener por mucho tiempo, pero fue un trabajo, un programa, un juego, de todos los trabajos uno siempre se queda con gente, de unos sacamos más, de otros menos. Pero de aquí me llevo gente que voy a conservar toda la vida”.
Muchos la vieron como la antagonista del fenómeno televisivo del 2023, pero Torres se sacude todo tipo de culpas y justifica sus acciones. “Nunca fui la villana, porque de repente uno le decía una cosa a uno, luego el otro hacía lo mismo, se atacaban entre todos y se van rolando los roles, valga la redundancia. Te digo que es muy raro lo que pasa adentro, uno llora, otro lo consuela, después uno se enoja. Por ejemplo, Sergio, quien es el que ataca, lloró el lunes pasado durante la prueba de líder cuando perdió ante Jorge”.
En relación a los cambios de humor por culpa de la menopausia, la argentina revela que no es algo nuevo. “Yo ando con este tema desde hace un tiempo, pero me afectó el dispositivo de la casa, el cómo nos cambia el horario por la dinámica del programa nos alteran las horas de sueño y esto hace que exploten las emociones y los sentimientos. Yo sentí que se me movió todo el sistema y eso colaboró terriblemente con los cambios hormonales que yo tengo y no fue favorable para lo que estoy pasando, eso ayuda a que todo lo mío se desequilibre más rápido, por lo que para mí fue doble trabajo. Fue el juego más lo que me pasaba internamente”.
Ver a su hijo Nacho al salir de la competencia la dejó sin palabras. Mucho más cuando escuchó que el jovencito pedía, en plena transmisión, respeto para su mamá, quien había sido blanco de burlas y agresiones en Instagram, Twitter y TikTok.
“La verdad es que me quedé helada al ver que Nacho estaba ahí, no sabía que él estaría, mis hijos y mi marido no son de televisión; nosotros no sabemos nada de lo que está pasando afuera, tenemos cero contacto con el mundo exterior, y de hecho, cuando va la gente a gritar afuera nos ponen música y no nos enteramos de nada, esa es la angustia que tenemos adentro. Por eso nos da tristeza, angustia, nos desesperamos por saber qué está pasando y al verlo me desencajé mucho, no sabía qué estaba pasando y cuando lo vi llorar, imagínate, peor me puse. Cuando dijo todo lo que dijo, menos entendí lo que estaba pasando. Pero verlo fue una paz que sentí en el instante”.
Una semana después de su expulsión, Bárbara quiere dejar claro que la personalidad que vio el público en La casa de los famosos se aleja un poco de lo que realmente es como mujer.
“Es un mensaje que estoy tratando de compartir con todo el público, quiero que traten de no engancharse porque esto es un juego, es un programa de televisión que se va a acabar, todos los que estamos dentro del reality dijimos que todo lo que sucediera ahí, ahí se quedaría, porque al salir vamos a seguir con nuestra vida, entonces sean empáticos con lo que pasa, diviértanse, ríanse con lo que le dice uno al otro. Ya ves que uno discute con un integrante y a los 15 minutos estábamos hablando de qué se iba a comer, entonces yo en un momento dije que la gente iba a pensar que estábamos locos. Aparte, estamos ahí encerrados y nos tenemos que ver a la fuerza. Pero es puro entretenimiento. Mentalmente no es saludable quedarse enganchado. Los fans sufren porque se pelean con otros y la violencia no es buena. A mí me mostraron cosas y yo no podía creerlo, me reía, porque una cosa es cómo se siente uno adentro y otra cómo lo vemos desde afuera. Adentro todo es mil veces más grande, la alegría, la tristeza, la angustia es todo más exagerado”.