Desde hace más de un año, Pablo Lyle está en la prisión
estatal Turner Guilford Knight, en Florida, Estados Unidos por el delito de homicidio involuntario en contra del cubano Juan
Ricardo Hernández.
A partir de la acusación formal por parte de la familia de Hernández, los abogados de Lyle blindaron al actor de tal forma que no pudo hablar a fondo con parte de su familia ni con amigos cercanos, ni siquiera para darles detalle de lo que pasó. Todo transcurrió acorde a lo planeado por su defensa, Pablo dio la cara a las autoridades americanas estando en México y fue por su propio pie a cumplir con la responsabilidad de presentarse a las autoridades americanas y a los dolientes de Hernández.
Los abogados de Lyle siempre defendieron al actor en un inglés nativo y aunque el actor domina el idioma, pudieron
apoyarse en un intérprete para que el entendimiento de Pablo Lyle por su propio caso fuera más amigable y entendible.
El proceso siguió normal para los abogados del actor hasta que el 3 de febrero de 2023 fue condenado a cinco años
de prisión y ocho años de libertad condicional por homicidio involuntario.
A pesar de haber estado bajo arresto domiciliario
durante casi cuatro años. El primer descalabro legal de Pablo
fue que en lugar de tomarle a cuenta cuatro años, sólo se le consideraron cinco meses, pues sus abogados hicieron
peticiones y movimientos legales que no le favorecieron.
El pasado lunes 10 de junio, en una audiencia solicitada por la familia de Hernández, los abogados de Pablo no se presentaron como defensores, sino como oyentes, siendo el martes 11 de junio que los juristas del actor renunciaron a su caso.
Aunque el motivo que dieron a la corte fueron diferencias irreconciliables, la relación de los abogados con Pablo era cada vez más ríspida, pues aunque el actor hizo todo al pie de la letra según la estrategia legal, él quedó en la ruina, preso y con más años cautivos que el promedio bajo el mismo delito
de homicidio imprudencial.
Según información recabada por TVyNovelas, los abogados de Lyle decían estar intentando reducir la condena, pero cada consulta o reunión seguía siendo cobrada por hora.
Pablo, aparentemente en una decisión dolorosísima tuvo que renunciar a ser representado, pues según sabemos, el actor prefiere continuar el proceso a desfalcar de nuevo a su familia y este nuevo proceso que enfrenta es para negociar una compensación económica para la familia de Hernández.
La corte americana le asignará un abogado de oficio hasta que Pablo tome una decisión para su defensa, pues su libertad no será hasta septiembre de 2027.