A cuatro meses de recibir su sentencia por homicidio involuntario, Pablo Lyle espera ser trasladado a la prisión en donde cumplirá los cinco años que le dictó la jueza en Miami, pero el actor apareció rapado en la ficha policial que marcó su ingreso en el South Florida Reception Center.
Aunque no se sabía el motivo del radical cambio de look de Pablo, su aún esposa Ana Araujo explicó la verdadera razón de por qué tomó la decisión luego de hacer frente a su mediático juicio.
“Durante el Mundial (Qatar 2022), por ejemplo, Pablo y Mauro apostaron a la distancia y por videollamada. Recientemente se dieron a conocer unas fotos en las que se le ve pelón a Pablo; sin embargo, nadie sabe que fue porque perdió la apuesta contra Mauro”, dijo en entrevista para una revista de sociales.
Ana explicó que no pudo cumplir antes la apuesta porque estaba en espera del juicio, pero finalmente “después de eso cumplió y se rapó”, agregó. Además, reveló que sus hijos platicaron con el protagonista de ‘La sombra del pasado’ sobre la futura falta de comunicación, pues ésta ha sido escasa.
Ana Araujo y sus hijos continúan con sus vidas sin Pablo Lyle
Ana Araujo aseguró que sus hijos han tomado muy bien la situación y aunque pasará algún tiempo para que todos puedan reunirse en familia, ya existe una certeza de cuándo será al fijarse una fecha.
“Escogí muy buen papá para mis hijos y va a ser mi equipo siempre. Estoy muy agradecida de que apareció en mi vida”, expresó la también empresaria sobre su sentir por el actor.
Enfocada también en su negocio, confesó que mantiene una buena relación con Pablo Lyle, quien la hecho ver la vida de una manera distinta, ya que consigue verle el lado bueno a las adversidades.
“El hecho de que hoy Pablo viva esta situación, nos ha enseñado a mis hijos y a mí a valorarlo todo”, hizo hincapié Ana Araujo, quien se limitó a hablar de la supuesta crisis matrimonial que atravesaron en medio de la situación legal del intérprete.
Sentencia de Pablo Lyle
El pasado mes de febrero, Pablo Lyle recibió una sentencia de cinco años de prisión y ocho años de libertad condicional por el homicidio involuntario de Juan Ricardo Hernández, de 63 años de edad, durante un altercado ocurrido en Miami en 2019.