La salud de Raúl de Molina, conocido conductor del popular programa El Gordo y la Flaca de Univision, ha generado preocupación entre sus seguidores y compañeros de trabajo.
Aunque el propio De Molina ha asegurado que sus análisis médicos no muestran ningún problema grave, continúa experimentando escalofríos que lo tienen intranquilo, a tal grado que recientemente vivió un episodio que alarmó a todos a su alrededor.
Un susto inesperado tras el programa
Todo ocurrió después de la emisión del programa del miércoles 29 de agosto, cuando Raúl de Molina comenzó a sentirse mal. Lili Estefan, su amiga y compañera de conducción, relató entre risas y preocupación cómo tuvo que llevarlo de emergencia a un hospital cercano a las instalaciones de Univision.
“Me empecé a sentir mal después de la historia de Juan Gabriel, me empezaron escalofríos en el cuerpo y estos escalofríos los tengo hace como una semana, pero los he tratado de ver, he hablado con los doctores… Pero me sentí tan mal que casi me desmayo aquí”, explicó De Molina al día siguiente en el programa.
El susto fue tan grande que Raúl llegó a pensar que estaba en grave peligro, lo que lo llevó a preguntarle entre lágrimas a Lili si realmente estaba a punto de morir. La situación se tornó aún más dramática cuando Estefan, preocupada por el estado de su amigo, contactó a la familia de Raúl, incluida Gloria Estefan, para asegurarse de que recibiera atención médica inmediata.
Los seguidores se unen en oración por “El Gordo”
La anécdota, que ha sido compartida ampliamente en el programa y en redes sociales, ha provocado una oleada de mensajes de apoyo y oraciones por parte de los seguidores de El Gordo y la Flaca. En la cuenta de Instagram del programa, los fanáticos han expresado su preocupación y buenos deseos para Raúl de Molina con comentarios como: “Gracias a Dios todo bien Raulito, Dios te siga bendiciendo con salud”, “Salud y vida para ti Raúl” y “Que te mejores”.
A pesar de los análisis médicos que indican que Raúl está bien, la insistencia de los síntomas y el impacto que han tenido en su vida cotidiana han hecho que muchos de sus seguidores teman que algo más serio podría estar ocurriendo. Por ahora, el conductor continúa con su rutina en el programa, aunque sus fans y amigos se mantienen atentos y le envían constante apoyo.
Una señal de alerta
La situación de Raúl de Molina es un recordatorio de la importancia de prestar atención a los síntomas físicos, incluso cuando los resultados médicos no revelen problemas evidentes.
Los escalofríos persistentes y la sensación de malestar que ha experimentado pueden ser señales de que algo no está del todo bien, y sus seguidores esperan que el conductor continúe buscando respuestas y cuidando de su salud.