Sin lugar a dudas, uno de los casos mediáticos más conocidos en el espectáculo mexicano es el asesinato de Paco Stanley, ocurrido el 7 de junio de 1999. Este episodio conmocionó al país entero y ocasionó que decenas de personalidades del medio se pronunciaran contra las autoridades para pedir que se esclarecieran los hechos y se diera con los responsables.
Al poco tiempo de que iniciaran las investigaciones, el caso dio un giro inesperado, cuando se difundió el nombre de dos de los presuntos implicados en el crimen: Mario Bezares y Paola Durante. Fue la supuesta responsabilidad de la uruguaya la que mayor sorpresa causó, pues ella en realidad no tenía un trato cercano con el presentador ni había dado indicios de que pudieran haber tenido algún tipo de conflicto.
Cuánto tiempo estuvo Paola Durante en la cárcel
En todo momento, Paola, quien entonces de desenvolvía como edecán de uno de los programas de los que Stanley era titular, negó cada una de las acusaciones que se le adjudicaron.
Sin embargo, su palabra no bastó en ese momento y se giró una orden de aprensión en su contra, llevándola a pasar una dura temporada tras las rejas mientras su abogado y familia trataban de comprobar que estaba siendo implicada sin los elementos necesarios.
Según el recuento de los hechos, Durante fue trasladada al reclusorio femenil el 27 de agosto de 1999 y el 2 de septiembre del mismo año se le dictó auto de formal prisión; tan solo tres meses después del suceso.
Pasó poco más de un año recluida y en 2001 fue liberada, luego de que se llegara a la resolución de que no había evidencias consistentes de su participación.
Cuáles eran las pruebas contra la uruguaya en el asesinato de Paco Stanley
Sobre qué indicios existían de que ella pudo haber tenido participación como autora intelectual del atentado, se supo que hubo un testigo que la mencionó directamente. Según los datos disponibles de estas acusaciones, la misma persona señaló a Paola Durante y Mario Bezares como responsables de orquestar la comida en la que Paco Stanley fue acribillado, es decir, que ambos se pusieron de acuerdo para llevarlo a ese lugar, para después proporcionarle la ubicación a los encargados de materializar el crimen.