Después de cuatro años de juicio por la custodia de su hijo, finalmente Liz Gallardo obtuvo respuesta por parte de las autoridades aunque no fue la que ella esperaba.
La actriz y su exmarido, el actor argentino Enrique Alguibay, con quien protagonizó una intensa batalla legal, obtuvieron la custodia compartida del pequeño Thiago, fruto de su matrimonio por lo que se detienen las peleas y enfrentamientos en tribunales.
“No salió a mi favor, ni salió a favor del papá de mi hijo tampoco, no se pudo definir a favor de ninguno y ni modo, así es la justicia en México: ridícula y absurda, con todas las pruebas que yo presenté no funcionó, pero no importa, la verdad es que todo salió como tenía que salir, estamos bien, mi hijo está bien, pues se está llevando de manera pacífica y eso es lo más importante”, afirma la intérprete a TVyNovelas.
“Aquí la justicia no existe”
Según la protagonista del éxito televisivo Las Aparicio, lo único que deseaba era no volver a ser víctima por tercera ocasión.
“Creo que ya quedó claro que no lo voy a permitir y que no me voy a dejar, ni por parte de él, ni por parte de la justicia, ya le quedó claro a todo el mundo, en los juzgados, que no me voy a dejar, entonces creo que ya lo entendieron y pienso que ya se me está respetando mi derecho”.
Decepcionada de los procesos judiciales en este país, Liz confía que su caso ayude a otras mujeres que se encuentran en la misma situación. “Pues no es una cosa de ego, de querer ganar, lo que fue para mí absurdo es como se manejan las leyes en México, me di cuenta que todo es una porquería en este país y que aquí no hay pruebas que valgan, no hay derechos que valgan, no importa quien seas, no importa, y no hablo de figuras públicas, o sea, hablo de ser madre y ser responsable de haberme hecho cargo en todos los niveles de mi hijo, no importa lo que hayas hecho aquí la justicia no existe”.
Con esta resolución, Gallardo también compartirá la manutención de Thiago, de 10 años, por lo que está más tranquila.
“Para mí, lo justo es que se dividieran los gastos porque un niño no lo hice yo sola, yo no soy madre soltera, ni quise serlo, por eso hice un niño con una pareja, entonces está bien que compartamos los gastos porque eso no estaba sucediendo antes y además, me lo quitaba, o sea, era todo un desastre, ahora sí se está respetando el cincuenta por ciento de gastos y el cincuenta por ciento de tiempo y no se me está violentando mi tiempo con él, no se me está quitando al niño de mi poder, que eso es lo que yo peleaba, eso es todo lo que yo peleaba, yo no estaba peleando por dinero, yo sólo quería que no se me quitara mi hijo otra vez y punto”.
“La alineación parental ya no es un delito”
La artista dice a esta publicación que también fue víctima de alienación parental, pues su expareja llegó a poner en su contra al hijo que ambos procrearon.
“Sí, claro que lo hizo, cuando era chiquito sí sucedió, eso se consideraba un delito antes, pero pues como las leyes son de risa, ya hasta no se considera así, estamos al revés, o sea, lo bueno es que mi niño ya está grande, ya tiene 10 años, ya no es tan fácil que me lo alineen, pero cuando tenía cinco sí me lo alineó bastante en un tiempo”.
Ahora, la actriz se une a diversas causas que defiendan los derechos humanos y las causas de la mujer en México.
“Lucho porque lo he vivido en carne propia, he visto a muchas personas que quiero en medio de esto y por eso peleo, porque se acaben las injusticias, a mí lo que me mueve es la justicia en todos los niveles, sea por las mujeres, sea por los niños, sea por los animales, sea por lo que sea, a mí las injusticias es lo que realmente me molesta, a mí lo que me perturba en la vida es la injusticia en general, a mi todo lo que es injusto me perturba y me violenta, me vuelve loca, me pone mal”. Mientras estuvo inmersa en los tribunales, Liz fue testigo de todas las incongruencias que ponían en desventaja a otras mujeres.
“Yo lo vi con mis propios ojos, yo vi las historias de otras mujeres en los juzgados y me compadecí porque yo pasé por eso, no me parece justo cómo nos ignoran a las madres y a las mujeres, las propias jueces, a mí me tocó una mujer jueza y era una basura la tipeja esa”.