A sus 28 años, Ramón Fernández, hijo de Vicente Jr. y nieto del legendario Charro de Huentitán, se lanza como cantante, pero no lo hace en el género ranchero, sino con el country pop.
Su imagen ha sido comparada con la de su tío, El Potrillo, cuando a principios de los 2000 se salía del convencionalismo familiar para explorar otro ritmo con una imagen más “popera” que lo adentró en otro mercado. Asegura que las canciones de su álbum debut están inspiradas en vivencias personales.
Para el joven, el reto más grande fue cuando se metió al estudio a grabar lo que hasta hace poco era un sueño. “Suele ser desafiante cuando tus familiares han hecho cosas increíbles, hasta legendarias en la música.
“Pero la satisfacción más grande que tengo es escucharlo y sentir que se hizo un buen trabajo. Yo no hice este género para diferenciarme de mis familiares, simplemente en este momento conecté con ese sonido y siempre admirando lo que mis parientes han hecho”.
Al preguntarle sobre la competencia que pudiera existir entre los integrantes de su familia que hacen su propia carrera musical, Ramón contestó: “Yo a todos mis familiares que están en este medio los respeto muchísimo, los quiero y siempre he dicho que el chiste es que nos vaya bien a todos, el Sol sale para todos y en lo personal, pienso que tengo la suficiente competencia cada vez que me veo en el espejo, por eso todos los días ensayo, vocalizo, cuido mi alimentación, tengo la mente tranquila, en eso me enfoco”.
Trabajar al lado del Potrillo es una de sus mayores metas y ya trabaja para lograrlo. “Yo le abro la puerta a todos los que quieran trabajar conmigo, ojalá y le pueda abrir conciertos a mi tío, poder hacer una canción con él, poder colaborar con él o cualquier artista nuevo.
“Pero cantar con mi tío sería un sueño hecho realidad, sería cumplir otra meta, yo siempre he dicho que todo llega en su momento, mientras tanto hay que prepararse para estar listo”.
En lo que se refiere a las influencias que pudiera tener su famoso apellido en la industria, el cantante asegura que no se aprovecha de eso para obtener oportunidades.
“El apellido sí abre puertas, es un honor y una bendición, un compromiso enorme, pero justo por eso quise esperar mi momento para presentar mi propuesta y no quedar mal parado, espero ser un digno representante de la dinastía, en donde esté mi abuelo yo sé que está muy muy feliz y orgulloso de este proyecto. Él sabía que yo quería cantar desde chiquito, me encantaba ir a sus conciertos, le pedía ir a sus giras nada más para empaparme, para aprender y mi tata me apoyó con mi decisión, lo que me dijo fue que lo que quisiera hacer, lo hiciera, pero por mis propios méritos, fue mi gran ejemplo porque me motivó a salir adelante, yo soñaba ser como mi abuelo”.