Es curioso: Lucerito Mijares debuta en teatro exactamente 20 años después de que su madre, Lucero, estrenó la obra “Regina, un musical para una nación que despierta”.
Esta coincidencia provoca aún más asombro al recordar que en aquel 2003, Lucero vivió un dramático suceso, y que ahora, en 2023, su hija Lucerito tuvo otro incidente que, aunque de distinta naturaleza, es también un drama: se fracturó una pierna dos días antes del estreno de la obra “El mago”.
En el caso de la madre, el incidente sucedido en 2003 tuvo que ver con un guardaespaldas que perdió el control y una Lucero que se enfrentó a la prensa al grito de "¡Y? ¡y?”.
Esta es la historia de aquella obra que quedó marcada por la imagen de una pistola apuntando hacia la butaquería del teatro San Rafael.
“Regina, un musical para una nación que despierta”
Lucero estaba, a principios del siglo XX en uno de sus momento de mayor proyección televisiva gracias a sus roles protagónicos en telenovelas como “Lazos de amor”, “Los parientes pobres” y “Mi destino eres tú".
Como paso natural en su carrera, decidió aceptar el reto de protagonizar una obra musical de gran formato. Aún más, se trataba de una dramaturgia original, adaptada del libro “Regina”, del escritor Antonio Velasco Piña.
Con producción de Antonio Calvo, la obra se presentó en el Teatro San Rafael, el de mayor tradición de musicales en México. En agosto se cumplieron 100 representaciones y, como es costumbre, se hizo una función con invitados especiales, reporteros y personalidades para develar una placa al final de la función.
Fue entonces que, tras un altercado entre el equipo de seguridad y los reporteros y camarógrafos, uno de los guardias quedó en medio de empujones y jaloneos, por lo que reaccionó sacando su pistola y apuntó hacia los presentes.
El escándalo que alcanzó a Lucero en el escenario
El escándalo fue mucho y Lucero decidió, al día siguiente, dar una conferencia de prensa en el mismo teatro, antes de la función.
El resultado fue malo para la actriz, quien lo único que intentó fue defender al guardaespaldas pero terminó por perder el control y, ante las preguntas, gritarle a los reporteros: "¿Y? ¿y? ¿y?”.
La propia Lucero recordó en una entrevista con Mara Patricia Castañeda aquel suceso:
“No sé qué me dijeron de mi mamá, y ahí me enfurecí. Yo creo que caí en esta como trampa de molestarme y enojarme. Desde esa vez, siempre he dicho: yo ya no me enojo, ya no me enojo con nadie nunca. Ya todo se me resbala, digo: No voy a caer en provocaciones que luego se puedan prestar a algo malo .Ese día ni menté madres ni nada, pero yo sí decía: ¿Y?”.
La obra, que era una extraordinaria adaptación del texto de Velasco Piña sobre una mujer que en medio de la matanza del 2 de octubre del 68 se convierte en una especie de guía espiritual para el pueblo de México, no sobrevivió al escándalo. Lucero salió de la obra y un nuevo elenco apenas tuvo una breve temporada hasta que finalmente se bajó el telón.
Lucero, ¿víctima de espíritus?
Tras la salida de Lucero de la obra musical, Antonio Calvo y el director de la obra Rafael Perrín comenzaron la búsqueda de una sustituta para continuar con la temporada.
El texto original de Antonio Velasco Piña tiene una fuerte dosis de creencias espirituales y metafísicas. Regina, la protagonista, es presentada por Velasco Piña como una mujer que sí existió y cuya misión era despertar la conciencia de los mexicanos.
En el rigor de la historia como ciencia social, la existencia de Regina no se ha comprobado, al menos no como se le presenta en la novela, en donde ella es una activista y líder estudiantil del movimiento del 68 que culminó con la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco.
Pero esa carga espiritual se reflejó en la obra protagonizada por Lucero, no sólo como parte del montaje, sino detrás del escenario, ya que Antonio Calvo llegó a estar seguro de que en el teatro había espíritus que se manifestaban.
Tras el acontecimiento con el guardaespaldas de Lucero, Calvo decidió hacer una limpia. La mujer que se hizo cargo del acto, aseguró que esos espíritus intentaban manifestar a través del sistema de sonido del teatro y que eran, en su mayoría, “reencarnaciones de estudiantes que participaron en el 2 de octubre”.
El destino de Regina después de Lucero
Regina, el musical en su formato de gran teatro, desapareció después de la temporada en el teatro San Rafael.
Pero Antonio Calvo lo convirtió en un montaje itinerante que ha sobrevivido con puestas en escena en universidades, foros locales y con compañías estudiantiles y amateurs