Luego de una semana de estar hospitalizado y ser sometido a un cateterismo, el conductor Ricardo Casares abandonó un centro asistencial en la Ciudad de México, dado de alta por el equipo médico que lo atendió.
Pero, el presentador de Venga la Alegría aún no podrá reincorporarse a sus funciones dentro del matutino de Azteca Uno, pues deberá seguir guardando reposo por indicación de los doctores.
Ricardo, de 43 años, deberá ser sometido a un tratamiento de rehabilitación, ya que funciones con el corazón se encuentran debilitadas.
“A mi se me rompió la piel del corazón y por eso el dolor era tan insoportable, pero hay gente que no le pasa eso y, de pronto, sienten dolor de pecho y lo ignora,r creen que traen una agrurita”, recordó Casares, en entrevista telefónica con Venga la Alegría.
El conductor recordó la terrible mañana que sufrió minutos antes de entrar al aire en Venga la Alegría.
“Cuando yo salí de TV Azteca y vi el tráfico, pensé que me iba a morir, pensé que no íbamos a llegar”, contó Ricardo agradeciéndole a una persona de producción por haberlo acompañado al hospital.
Finalmente, Ricardo agradeció al público y a sus propios compañeros de trabajo, por todo el respaldo que ha recibido.
“Los primeros días preguntaba yo: ´-¿Por qué me pasó esto?, si no tomo, si no como carne, si no como grasas saturadas ni embutidos?, pero esa pregunta del por qué, la tienen que contestar próximamente mis médicos, yo tengo que responderme la pregunta ¿para qué me pasó?”.