Rocío Banquells fue una de las amigas que asistió a la misa en la Basílica de Guadalupe para despedir a Dulce la cantante, luego de su muerte el pasado 25 de diciembre.
Ante los medios de comunicación, la también actriz confesó su estado de ánimo: “Me duele el alma, me duele el corazón”
“Dulce fue una mujer llena de bondad, simpatía, fuerza, una voz extraordinaria. Cantar con ella siempre fue un placer. Contar con su apoyo dentro y fuera del escenario siempre fue un honor”.
“Ella siempre me dijo que se sentía muy bien. Cualquier chavita quisiera tener el cuerpazo de ella... en fin, no se sentía bien”. confesó evidentemente triste por la pérdida de su amiga y colega.
“Dondequiera que esté, es muy querida por las que tuvimos la fortuna de compartir escenario”, confesó Rocío, con quien compartió durante años el escenario en el proyecto de GranDiosas, que unía a una lista de las mejores voces de hispanoamérica.
Sin embargo, a decir de Rocío Banquells, con la partida de Dulce ese proyecto ha caducado: “Sin Dulce, GranDiosas no existe”.
Rocío Banquells admitió que conocía a Dulce desde los años 80, pero por el carácter fuerte de ambas, sobresalía el respeto. Sin embargo, le contó a Adela Micha, que la vida las fue uniendo cada vez más con el paso del tiempo.
Compartir escenarios y ser abuelas las unió en una amistad que duró hasta el último día. Rocío Banquells relató que diario le escribía a su “muñeca”, quien le respondía “gracias”.
Tenían planes de hacer proyectos juntas, pero ya no se pudo.