Rubén Cerda habla de su esposa, Tere Herrero, y ya no llora.
Según el actor, eso es un buen indicio y lo hace sentir tranquilo, pues aunque el dolor de su ausencia sigue latente, el tiempo lo ha hecho entender que la vida sigue. Han pasado ocho meses de aquel fatídico 27 de noviembre en el que el artista perdió a su gran amor, la mujer con la que compartió 37 años y que además era su socia y mánager. Y aunque las lágrimas siguen brotando, pero con menor intensidad, Rubén está rehaciendo su vida mientras abraza fuertemente a sus hijos, quienes han sido su pilar.
“Estamos bien, somos una familia muégano, siempre hemos sido muy unidos; cuando mi hijo cumplió años, en junio, nos fuimos a pescar, y en cada momento especial buscamos la manera de distraernos. Creo que el apoyo que nos hemos dado siempre ha sido fundamental, entre todos platicamos, hemos sabido abordar un tema difícil y duro… Mis hijos perdieron a su mamá y yo perdí a mi pareja de toda la vida; la gente que nos conocía sabía que éramos los más unidos, ella era mi pie derecho, sin ella yo no caminaba, pero creo que Tere me dio esa fortaleza. Me di cuenta de que ella lo que hizo fue sostenerme para que yo aprendiera a caminar”, dice el artista en una emotiva plática con TVyNovelas.
Según el intérprete, Teresa lo preparó para esa ausencia que le desgarró el alma, “pero no nada más a mí, a mis hijos también; ya todos saben la parte administrativa del espectáculo navideño que hacemos, las contrataciones, los fuimos involucrando a todos… Siento que ella está presente, estoy rodeado de gente muy querida, capaz, que nos ha apoyado en varios años, como mi yerno y Cristina, una querida amiga que también ha sido parte del espectáculo navideño no sólo en lo administrativo, sino también ha estado en el escenario. Al final de cuentas este es un espectáculo familiar, y qué padre que sea una familia la que presenta el show. Lo hacemos desde finales de noviembre hasta el 24 de diciembre, nos presentamos en empresas, en plazas comerciales, en teatros, en muchos lugares dependiendo de cómo se vaya dando; ha caído muy bien en el gusto del público y lo vamos renovando para que no vayan a ver lo mismo cada vez que asisten”, prosigue Cerda.
La ayuda de los especialistas también ha sido un factor clave en el proceso de duelo que continúa en toda la familia. “Sí estoy teniendo acercamientos con una terapeuta; cuando sentí que se acercaba el momento (de la muerte), porque era predecible, empecé a investigar cuáles eran los procesos emocionales y qué era lo que podía llegar a suceder. Creo que eso me ayudó para entender muchas cosas; también sé que me falta poner muchos puntos a muchas íes y superar ese tipo de cosas, pero mis dos hijos están en terapia y eso nos ha retroalimentado. Yo vivo con mi hijo menor y platicamos mucho, lloramos, nos desahogamos, hemos superado mucho… El hecho de que yo pueda platicar sin que me entren ganas de llorar ha sido gran parte de la fortaleza que Tere me dio y de la recuperación, porque el dolor siempre está ahí, la cosa es que uno se acostumbra al dolor, aprende a sobrellevarlo… Nunca va a pasar, yo perdí a mi padre y siempre está en mi corazón, así como está Tere conmigo”.
Rubén tiene muy claro que debe seguir de pie por sus hijos y por el público que disfruta cada una de sus actuaciones, bien sea en televisión, teatro o espectáculos masivos. “Es que la vida no se termina, el mundo sigue girando, tenemos que levantarnos de las caídas por más duras que sean; el día que falleció mi esposa yo tuve que salir y ofrecer un show de Santa Claus, la gente tenía que divertirse, y me retribuyó ver los rostros de esperanza en los niños, la unión familiar, el entusiasmo. Mi esposa acababa de fallecer, pero así es la vida del artista, el show debe seguir”.
Recientemente el artista salió en pantalla con El Junior: El mirrey de los capos, programa en el que tuvo una participación especial gracias a la invitación de Israel Jaitovich, productor de la serie y director del canal Distrito Comedia, en el que se transmite.
“Creo que los programas de comedia nos ayudan también; al mexicano le encanta reírse, divertirse, los problemas se achican con la risa, produce endorfinas y eso nos fortalece y nos beneficia. Esta es una narcocomedia que no se había hecho antes, es una sátira de todas las series de narcos que han transmitido, pero con grandes actores; lo padre es que fueron muchos los comediantes que participaron, es muy divertida, yo disfruté mucho la producción, me he reído muchísimo porque está muy divertida y ha roto números de audiencia, ha estado hasta arriba de todos los programas de Distrito Comedia”.
Para Cerda, la propuesta de Jaitovich no busca darle visibilidad al delito, más bien es hacerle frente utilizando la comedia. “De repente el mercado de la industria televisiva se empezó a inundar de muchas series de estas que de alguna manera reflejaban las circunstancias del país, y era muy preocupante toda esta situación. El mexicano siempre ha tenido ese humor, se ríe de las situaciones difíciles y ve las cosas un poquito más ligeras. No podemos tapar el sol con un dedo, son cosas reales que pasan, pero buscamos la forma amable y divertida de darle la vuelta”.
Ahora que está retomando su carrera, Rubén Cerda se mudó de Vallarta a la Ciudad de México en busca de oportunidades laborales. “Hace poco participé en la serie de Gloria Trevi y ahorita estoy en la espera, me estoy comunicando con productores para echarle muchas ganas; eso también le gustaba a Tere, y por ella lo estoy haciendo… Hay un camino por recorrer y en esa andamos”, recalcó el histrión de telenovelas como Agujetas de color de rosa, Amor gitano, Alborada y La fuerza del destino.