Siempre supo que lo suyo era ser actriz y luchó hasta conseguir su primera oportunidad en los melodramas. Marcelia Figueroa, la hija de Joan Sebastian con Alina Espín, su última esposa, acaba de cumplir el sueño de su vida gracias a su participación en la telenovela Marea de pasiones.
Ahí, la joven interpretó a una mujer que sufre acoso y que busca levantar la voz para hacer justicia, una experiencia que, sin duda, le deja el mejor sabor de boca.
“Yo estoy muy contenta, feliz, lo tomo como el inicio oficial de mi carrera en televisión, esto me confirma que tomé la decisión correcta, preparándome en Estados Unidos, pero regresando a México, a mis raíces, arrancando por la puerta grande, entonces me voy muy satisfecha con este proyecto”, confiesa a TVyNovelas la artista que con el paso del tiempo fue forjando su carrera hasta obtener lo más anhelado.
“En el 2021 tuve una pequeña participación en la telenovela Diseñando tu amor, con Pedro Ortiz de Pinedo, por eso le agradezco, porque fue un proyecto súper bonito, pero realmente esto es algo más grande, con más forma. Y por eso lo tomo como un despegue, porque pienso continuar, no parar; también porque en ese entonces fue en pandemia y las cosas se atravesaron, el año pasado también estuve en la serie de Gloria Trevi, eso me fue ayudando a tener más seguridad frente a las cámaras”.
En Marea de pasiones, Marcelia encarnó a una secretaria que sufría constantes acosos por parte de su jefe, interpretado por Mich Duval, un malvado acostumbrado a someter a las mujeres que se encontró con una que buscó visibilizar el problema. Por fortuna, en la vida real no ha vivido tan de cerca una experiencia de ese tipo, pero admite que nunca falta quien se quiera sobrepasar.
“Yo diría que no han sido faltas llevadas a un extremo, gracias a Dios, pero sí es muy triste ver cómo las mujeres hemos vivido desde palabras, miradas, gestos que pueden verse como un acoso y a veces no lo llevamos ante la ley porque lo consideramos parte de la vida, siento que en ocasiones se normaliza, aunque resulte desagradable e incorrecto”.
“ME HUBIESE ENCANTADO QUE MI PAPÁ ESTUVIESE CONMIGO”
Aunque esté en las nubes con su participación en la telenovela que protagonizan Oka Giner y Matías Novoa, la actriz también siente nostalgia, pues piensa que su padre, Joan Sebastian, no podría con la emoción.
“A mí me hubiese encantado que mi padre estuviera conmigo viviendo este momento, al igual que mi hermano, pero yo sé que, de alguna forma, están de corazón, es que siento la energía de ambos, por eso les dedico este trabajo, el proyecto y mi carrera entera”, dice Marcelia en nuestra entrevista.
Ser la hija de uno de los cantantes más icónicos de México le genera cierto compromiso a la joven, pues está consiente de que siempre existirán las comparaciones. “Creo que seguir sus pasos es algo muy retador, no hay punto de comparación, pero tengo dos grandes ejemplos y así quiero desarrollar mi carrera, entonces tengo mucho por poner en práctica”. El apoyo de su familia ha sido imprescindible ahora que forja su propio camino.
“Mi mamá está muy feliz, pese a que ella siempre se mantuvo lejos de las cámaras y de este mundo, pues inevitablemente también lo conoce. Te confieso que hace algunos años ella tenía cierta resistencia, sentía nervios por el hecho de que mi papá ya no está, pero contenta porque sabe quién es la mujer que criaron y formaron ellos, entonces tengo las herramientas, los valores, la educación necesaria y la preparación. Mi familia sabe que yo haré esto de la mejor manera y están muy contentos por mí, por este inicio tan soñado”.
Después de la muerte de Julián, en abril del año pasado, Figueroa ha buscado la manera de brindarle consuelo a Maribel Guardia y estar con su sobrino.
“Soy muy cercana a ella, todo el tiempo trato de verlos muy seguido, de estar juntos, y eso es algo que agradezco enormemente porque Julián y yo siempre tuvimos una relación muy cercana desde que mi papá vivía y después de que mi papá se nos adelantó continuamos súper cerca. Ahora que, inesperada y tristemente, él no está, el poder seguir cerca de su mamá, de su hijo, para mí significa muchísimo, así como los consejos y las pláticas, ella está muy feliz por mí y me desea lo mejor, siento que tengo a alguien a quien pedirle un consejo y ella dice que, sin duda, mi papá y mi hermano estarán abriendo un camino para mí y así lo creo”.
Con Imelda Garza, la viuda de su hermano, también se ha mantenido en constante comunicación, sobre todo, por el bienestar de su pequeño sobrino.
“Más que una tarea yo lo veo como una bendición y una oportunidad, si yo hubiera seguido viviendo en Los Ángeles, quizás sería más complicado, pero Dios sabe por qué hace las cosas”.