En la ficción es villana y en la vida real también le han dado ese calificativo luego de su paso por La casa de los famosos. Sin embargo, Sofía Rivera Torres afirma a TVyNovelas que aunque no es una “mansa paloma”, tampoco se parece a la malvada que interpreta en Tu vida es mi vida.
“Lo que pasa es que tengo una personalidad muy fuerte, yo lo sé, siempre he tenido esa personalidad y además tengo cara de perra (risas), aunque puedo ser buena onda, y puedo sonreírle a alguien, creo que entre mi tono de mi voz y mi energía, que es muy fuerte, de pronto como que da cierta imagen y cierta percepción errada”.
Según nos cuenta en una reveladora platica, el odio que recibió a su salida del reality show le causaba cierta gracia y nunca le preocupó porque estaba bien segura del tipo de mujer que es.
“Debo reconocer que al principio no me encantó que me odiaran tanto, ya después me fui encariñando con el odio de las personas y entendí que también era divertido, me presté a entrar un poquito en ese personaje y jugué con eso, pero ahora veo que ya le em- piezo a caer bien a la gente, ya se están encariñando conmigo, me empiezan a tirar buena onda y eso es peligroso porque ya una vez que les caigo bien, les caigo bien por siempre. Primero les voy a caer mal, pero ya que se encariñan no hay marcha atrás. Espero que eso no me estorbe para que vean a esta villana malvada, que es lo que quiero que vean en la pantalla”.
Desde siempre, la primera imagen que Sofía da predispone a las personas que la conocen. “Pero es la historia de mi vida, eso ha sido desde siempre, y de hecho es muy chistoso porque las mejores amigas que tengo hoy en día, al principio nos caíamos mal, ellas eran medio groseras conmigo, medio pesadas hasta que un día me dijeron que les chocaba, pero que a la vez les caía bien y que cómo le hacían. Entonces sé que tengo una personalidad que genera un conflicto, pero la verdad es que se vuelve algo muy bonito, porque se hacen unas amistades muy honestas, en la que nadie nunca pretendió ser alguien que no es”.
Estando en un melodrama en el que la trama central gira alrededor de una mujer que tiene sus días contados, Sofía asegura que ha reflexionado sobre la manera en la que está viviendo su propia historia fuera de los reflectores.
“He aprendido a empatizar más con las personas y a no juzgarlas sencillamente por lo que tú ves, sino realmente acordarme que hay que darnos la oportunidad de conocer más a profundidad a los seres humanos y de conocer su historia porque no podemos juzgar a una persona sin conocer todita su historia y lo que le ha tocado vivir”. En su caso, nunca se ha enfrentado a una dura enfermedad que ponga en riesgo su salud, pero sí ha tenido pérdidas naturales que son parte de la ley de vida.
“Gracias a Dios, mis dos papás están sanos, vivos, y están conmigo, pero yo creo que el tema de la enfermedad en la familia difícilmente alguien se sal- va de vivir alguna pérdida importante, es parte de la vida misma, algo a lo que todos nos tenemos que enfrentar, entonces sí me ha tocado vivir estas experiencias, pero desde la orilla”.