Ha sido considerada la actriz latina mejor pagada de la televisión estadounidense. Hollywood se ha rendido a sus pies y ahora es la reina de las plataformas de streaming gracias al éxito de su serie Griselda. Sin duda, Sofía Vergara disfruta uno de los momentos más importantes de su trayectoria.
Pero antes de convertirse en una estrella mundial, la nacida en Barranquilla, Colombia, tuvo su historia en los melodramas mexicanos. De hecho, fue en este país donde debutó como actriz, sin saber que luego su carrera daría un giro inesperado.
Sofía tenía 19 años cuando participó, por primera vez, en una ficción. Anteriormente había despegado como modelo de comerciales y pasarelas en Colombia. Pero fue en 1991 cuando el productor Emilio Larrosa le dio la oportunidad de aparecer en su telenovela, Muchachitas, que era protagonizada por Kate del Castillo, Emma Laura, Tiaré Scanda y Cecilia Tijerina.
En ese momento, la artista sólo hizo un cameo, interpretándose a sí misma, pero le sirvió para conectar con el público de Univisión, cadena televisiva que le abriría las puertas en sus programas de variedades.
Cuatro años después, Vergara regresó a México, pero ya con un personaje de peso en la telenovela Acapulco, cuerpo y alma, una producción de José Alberto Castro en la que tuvo escenas con Paty Manterola y Saúl Lisazo.