El nombre de Zuria Vega ha estado por todos lados desde que su marido, el actor Alberto Guerra, posó muy sensual junto a Madonna en unas candentes fotografías para la revista inglesa Re-Edition.
Además, el cubano fue invitado por La Reina del Pop para uno de sus conciertos en Ciudad de México y hasta el escenario subió en un acalorado número con bailarines semidesnudos.
“ES UNA EXPERIENCIA QUE ÉL DEBE ATESORAR”
Ante este “logro” de su esposo, la hija del fallecido Gonzalo Vega dijo a TVyNovelas que mucha gente le ha escrito para felicitarla y que ella no entiende la razón, pues se trata de una hazaña de Alberto y no de ella.
“La verdad es que estoy muy contenta, más allá de lo que se ve y de la portada, de subir al escenario, creo que es una experiencia para él que debe atesorar con muchísimo agradecimiento porque se trata de Madonna”, expresó la actriz durante un evento de moda en el hotel St. Regis, mismo en el que estaba hospedaba ese día la cantante de Like a Virgin.
Para la protagonista de Mi marido tiene familia, la inseguridad nunca pasó por su cabeza, ya que está muy clara de su relación y la confianza qué hay en el matrimonio. “Jamás tendría celos de Madonna, ¿quién pudiera tenerlos?, lo que hubo fue mucha felicidad, obviamente nosotros somos los primeros en saber los proyectos del otro, los asuntos personales, por eso yo estaba muy emocionada de que saliera, de que la gente lo viera, de ir al concierto, fuimos con un grupo de amigos y lo gozamos muchísimo. Y eso, Madonna, más allá de ser un ícono musical es un icono social y cultural, de hecho, particularmente, este concierto es eso, entonces ha sido increíble”.
“TAMBIÉN ME ALEGRO POR MIS HIJOS”
Guardar el secreto fue algo que le costó a Zuria, pues es de las que comparte todo con su hermana Marimar, quien se mostró sorprendida al ver a Alberto junto a la Reina del Pop. “Es que casi nadie sabía, por obvias razones. Los que sabíamos éramos un grupo muy reducido y todavía me causa risa que la gente me siga felicitando”.
Siendo el matrimonio “una sociedad” y una familia, Zuria considera que tener celos profesionales es absurdo. En su caso, tanto ella como Alberto se emocionan con los éxitos del otro y jamás ha existido un sentimiento de envidia.
“Si no me alegrara por él sería como no alegrarme por mí y por mis hijos. Alberto y yo tenemos 11 años juntos y nada me da más gusto que lo bueno que le pasa a él, de hecho, a veces hasta me da más gusto de lo que me pasa a mí”.