La hija de un querido actor de Hollywood reveló que sufrió varios episodios de violencia durante su infancia

A través de su libro de memorias, EA Hanks narró cómo su madre le dejó profundas cicatrices emocionales imposibles de borrar

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Los relatos de su infancia quedaron grabados en un libro que se acaba de publicar

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Elizabeth Ann Hanks, hija del querido actor Tom Hanks y su primera esposa, Samantha Lewes, sorprendió al mundo con las revelaciones de su nuevo libro de memorias, ‘The 10: A Memoir of Family and the Open Road’, donde expuso los episodios de negligencia que vivió por parte de su madre durante su infancia.

La escritora de 42 años desveló los capítulos más dolorosos de su niñez, describiéndola como un periodo marcado por la “violencia, privaciones y confusión”.

“Nací en Burbank, pero después de que mis padres se separaran, mi madre nos llevó a mi hermano mayor y a mí a vivir a Sacramento. Tengo pocos recuerdos de mis primeros años en Los Ángeles. Finalmente se llegó a un acuerdo de divorcio y visitaba a mi padre y a mi madrastra (y pronto a mis hermanastros menores) los fines de semana y durante el verano, pero de los 5 a los 14 años, años llenos de confusión, violencia, privaciones y amor, fui una chica de Sacramento. Viví en una casa blanca con columnas, un patio trasero con piscina y una habitación con fotos de caballos pegadas en todas las paredes”, se lee en un fragmento del libro al que tuvo acceso la revista People.

Así fue la infancia de Elizabeth Ann Hanks

Luego del divorcio de sus padres en 1985 tras cinco años de matrimonio, ella y su hermano mayor, Colin Hanks, se quedaron bajo la custodia principal de su mamá. Los niños tenían visitas designadas con Tom Hanks los fines de semana y durante el verano, hasta que un día, Samantha Lewes se los llevó, sin previo aviso, a Sacramento, California.

“Mi papá vino a recogernos a la escuela y no estábamos. Resulta que no hemos estado allí durante dos semanas y tiene que buscarnos”, contó Elizabeth Ann, también conocida como EA.

En el libro, la autora describe que la situación familiar dio un giro drástico cuando la salud mental de su madre comenzó a decaer, pues siempre pensó que había sufrido trastorno bipolar no diagnosticado, con síntomas como paranoia y delirios que arruinaron su vida.

De acuerdo con su relato, vivieron carencias y momentos angustiantes, pues frecuentemente el refrigerador estaba vacío o la comida estaba en mal estado, el patio estaba lleno de excrementos de perro y su madre pasaba largos periodos en la cama leyendo la Biblia, rezando y hablando con Dios en voz alta.

“Con el paso de los años, el patio trasero se llenó tanto de excrementos de perro que era imposible caminar por él; la casa apestaba a humo. La nevera estaba vacía o llena de comida caducada casi siempre, y mi madre pasaba cada vez más tiempo en su enorme cama con dosel, absorta en la Biblia”, relata.

El punto de inflexión de Elizabeth Ann Hanks

EA reveló que su madre la sometió a momentos de violencia física y psicológica que dejaron cicatrices emocionales profundas. Uno de los pasajes más impactantes narra una noche en la que la tensión con su madre escaló a un enfrentamiento físico, un evento que marcó un antes y un después en su vida.

Estas situaciones la llevaron a mudarse a los 14 años con su padre y su madrastra, Rita Wilson, a Los Ángeles. Tom Hanks asumió la custodia principal y Elizabeth Ann sólo visitaba a su madre los fines de semana y en las vacaciones de verano.

“Una noche, su violencia emocional se convirtió en violencia física, y como consecuencia me mudé a Los Ángeles, justo a mitad de séptimo grado. Mi acuerdo de custodia básicamente cambió: ahora vivía en Los Ángeles y visitaba Sacramento los fines de semana y en verano. Cuando tenía 14 años, mi madre y yo recorrimos Estados Unidos en coche por la Interestatal 10 hasta Florida, en una Winnebago que avanzaba pesadamente por el asfalto con un andar ondulante que parecía náutico”.

“En mi último año de instituto, me llamó para decirme que se moría”.

Susan Dillingham, nombre verdadero de Samantha Lewes murió de cáncer de pulmón a los 49 años.

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