Han pasado casi cinco años desde la trágica muerte de Naya Rivera, la actriz de Glee que falleció ahogada en el lago Piru, California, el 8 de julio del 2020, mientras navegaba con su hijo Josey, de cuatro años.
A pesar del tiempo transcurrido, el dolor sigue latente y ahora una nueva víctima, por suerte no fatal, se suma a lo que se conoce como “La Maldición Glee”. Ryan Dorsey, exesposo de Naya Rivera y padre de Josey, reveló que el niño, ahora de nueve años, no solo recuerda con claridad el accidente, sino que sigue sintiéndose culpable por no haber podido salvarla. Sin duda, la nueva víctima de la maldición Glee.
Las desgarradoras palabras de Ryan Dorsey
En una entrevista con People, Ryan Dorsey compartió el angustiante relato de su hijo: “Algo que ha repetido muchas veces es que intentó encontrar un salvavidas y que había una cuerda, pero que tenía una araña grande y le dio miedo lanzarla”.
Según Ryan, Josey aún cree que pudo haber hecho algo más. “Le sigo asegurando: ‘Amigo, esa cuerda no era lo suficientemente larga’”, explicó, intentando aliviar el peso emocional que carga el niño, hijo de la actriz de Glee.
Ryan Dorsey y su apoyo emocional a Josey
El actor confesó que, a pesar de sus esfuerzos, es difícil explicarle a Josey por qué la vida puede ser tan cruel. “Solo puedes abrazarlo y decirle: ‘Lo sé, la vida no es justa. Pasan cosas malas sin razón, y lo único que puedes hacer es ser una buena persona’”, agregó.
Dorsey también admitió que no encuentra sentido a la tragedia: “No creo en eso de ‘todo pasa por algo’, porque no hay razón para que él no tenga a su mamá”.
Naya Rivera, quien alcanzó la fama interpretando a Santana López en Glee, murió el 8 de julio de 2020. Su cuerpo fue encontrado cinco días después, flotando en el lago.
Según las investigaciones, Naya Rivera logró poner a salvo a su hijo en el bote antes de hundirse. Hoy, su ausencia sigue doliendo, y su hijo sigue luchando con los recuerdos de aquel fatídico día.