Han pasado ya siete años de la muerte de Joan Sebastian y su legado no logra aterrizar, entre los dimes y diretes de sus herederos. Ciento cincuenta y un propiedades hasta hoy sin dueño son mantenidas gracias a las regalías que también deberían estar en las cuentas bancarias de los hijos del Rey del Jaripeo, pero no hay dinero que alcance.
Dos mezcales y un centro de atracciones intentan abrirse cancha en el recuerdo de los fanáticos de Joan Sebastian esperando ser un buen negocio para la familia, pero hasta ahora carecen de registros legales en tiempo y forma.
TVyNovelas habló con el abogado y albacea del cantautor, Cipriano Sotelo, respecto a las dudas de los fans y a un legado que pretenden hacer inquebrantable.
“TODOS LOS COHEREDEROS HAN SIDO BIEN ATENDIDOS”
A siete años del fallecimiento de Joan Sebastian sigue pendiente la repartición de bienes entre sus herederos, ¿por qué? Tristemente, los tribunales no han estado funcionando al 100 por ciento en tiempo debido a la pandemia. El retraso se debe también a los informes solicitados por el abogado de Juliana (hija de Joan) a la Comisión Nacional Bancaria para investigar si él tenía cuentas adicionales a las que nosotros reportamos, y si en el Registro Público de la Propiedad había más propiedades de él en todo el país, pero no han dado respuesta a esas peticiones. También Juliana ha cambiado de abogados en tres ocasiones, y no le han dado seguimiento.
¿Qué han hecho al respecto? Hemos sido muy prudentes; no tenemos prisa porque se haga la división de los predios, todos los coherederos han sido bien atendidos. Nos hemos dedicado a impulsar las canciones que Joan dejó grabadas, con las disqueras hemos entablado una relación muy cercana y profesional, y gracias a Dios hoy tenemos vivo el nombre y la memoria del señor Joan Sebastian. Incluso hemos construido proyectos nuevos, como el mezcal y otros más que están en puerta y esperamos materializar en breve; queremos mantener viva la imagen de Joan Sebastian y de todo lo que hizo en vida. Así que todo a su tiempo; intentamos tener una buena relación y respetar los puntos de vista de cada uno, incluso los del abogado de Juliana, porque no tenemos ningún motivo para ocultarle las cosas. Si él quiere saber si hay más dinero o bienes, que lo haga, sin problema.
¿Por qué Juliana tendrá esa desconfianza? Pienso que fue la única que no ha tenido un contacto directo con los bienes y con lo que fue la vida de Joan Sebastian en México; es la única hija estadounidense y vino pocas veces. También, con mucho respeto, creo que la señora Érika, su mamá, se ha encargado de no generarle confianza.
¿Por qué? Porque la señora Erika inició un juicio en Texas queriendo abrir la sucesión de Joan Sebastian allá, cuando sabía que nosotros ya la teníamos abierta en México y estábamos declarando todos los bienes. Ese tipo de circunstancias le genera desconfianza a Juliana sobre lo que estamos haciendo, pero nosotros hemos sido transparentes.
¿Cuántas propiedades están en juego? Son 151, y le planteamos al abogado de Érika que, si tenían documentación adicional que nos sirviera para justificar otras propiedades, nos las dieran y las incluiríamos. Decían que había otras, pero nosotros no sabemos de más.
¿Cómo se mantienen estas propiedades? Por fortuna, las regalías generadas por las canciones del señor Joan Sebastian nos han permitido darles el mantenimiento y pagar los salarios de la gente que trabaja en los ranchos, en las casas, además de la energía eléctrica, el agua… De eso hemos podido subsistir, y hasta ahorita no hemos tenido mayor problema. Claro, no se les ha dado nada a los herederos, porque eso va a suceder hasta que concluya la sucesión.
¿Qué dicen los herederos de este retraso? Están conscientes de que estamos haciendo un gran esfuerzo; tenemos una excelente relación con todos. Hay diferencias no complicadas, normales, pero hemos podido avanzar porque hay confianza. El albacea, el señor Baltazar, quien muchos años fue administrador de Joan Sebastian, es un hombre muy profesional y honesto; eso ha servido para que la confianza subsista. Con respecto a Juliana, estamos dispuestos a llegar a un acuerdo si sus abogados entran en una dinámica de coincidir con nosotros.
¿Cuánto tiempo más puede pasar para que se resuelva esto? No hay un tiempo preciso, pero se puede acelerar si ellos (Juliana y sus abogados) recogen los oficios y van a los estados donde originaron las peticiones; si no lo hacen, se va a tardar más. Hasta ahorita hicieron las peticiones, pero no las impulsaron, ese es el problema.