Luego de que el futbolista ecuatoriano, Renato Ibarra, se viera envuelto en un escándalo de violencia de género hacia su pareja, Lucely Chalá, el Club América tomó la decisión de concluir la relación laboral con el mediocampista. El Club América rechazó por completo la conducta del jugador y confirmó lo que ya se esperaba: Renato será separado del plantel de manera definitiva. Además, el club aprovechó para confirmar que está comprometido con promover una cultura de respeto hacia las mujeres.
? Comunicado Oficial: El Club América separa del plantel a Renato Ibarra. pic.twitter.com/5emB6TlAbM
— Club América (@ClubAmerica) March 13, 2020
Alrededor de este escándalo, ocurrido días antes de que las mujeres tomaran las calles de México para exigir un freno a los feminicidios, quedan varias dudas al aire, ¿quiénes son los perdedores y ganadores de este penoso caso y qué pasó realmente en el domicilio? El jueves en la noche se reveló que Lucely, pareja del futbolista y madre del hijo que espera, había denunciado a Renato por agresiones físicas luego de un acalorado encuentro en su domicilio. Un certificado médico confirmó que la ecuatoriana, con 10 semanas de embarazo, presentaba rasguños, moretones y había sufrido un desprendimiento de placenta que podría haberle provocado un aborto. Su hermana también denunció haber sido víctima de violencia por parte de Renato y familiares. Luego, en entrevistas a medios, la pareja sentimental de Renato confirmó que durante la discusión él la había jaloneado y empujado contra la pared, a pesar de que sabía que tenía un embarazo de alto riesgo. Sin embargo, en la segunda audiencia que se llevó a cabo hoy en la CDMX, Lucely afirmó que ella nunca acusó a Renato por intento de feminicidio ni de aborto y explicó que el jugador no intentó dañar al bebé, con lo que se sospecha que podría reclasificarse el delito de Renato, de intento de feminicidio a violencia familiar y, con esto, salir de prisión. Otras dudas que quedan al aire son los motivos por los que el padre de Lucely, Cléber Chalá, voló de Ecuador a México. Se ha sugerido que sería para negociar y acordar un monto compensatorio. Es probable que nunca se sepa qué pasó realmente en el incidente familiar, pero lo bueno que se podría rescatar de todo esto es que, un caso de violencia familiar, tuvo una gran cobertura y alertó de posibles consecuencias a hombres y mujeres por estos terribles hechos. Lo malo, es que nunca se sabrá lo qué pasó realmente y habiendo sido este un evento tan mediático sería penoso que, de ser el caso, se solucione con dinero. El ganador, sin duda fue la directiva del Club América que tomó distancia y reprobó los hechos y, consciente de la violencia que sufren las mujeres en México, se comprometió a promover distintas iniciativas a lo largo del año para concientizar a todos los integrantes del club. Hasta pidió el apoyo de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres(CONCAVIM). Además, en su encuentro contra Pumas de la UNAM, los jugadores del América mostraron su solidaridad con las mujeres portando números en color morado, mientras en el pecho portaban la frase: #SiempreConEllas. La sospecha de violencia, sin importar el grado, hizo que el América optara por separar a Renato Ibarra del plantel.