Este 13 de junio, la vida de Edith González se apagó, como consecuencia de una larga lucha contra el cáncer de ovario que le fue detectado en el 2016, y que ella misma dio a conocer.
Durante este tiempo, la querida actriz vivió varias etapas del padecimiento, incluyendo una cirugía y tratamientos de radio y quimioterapia, que si bien en ocasiones mermaban su estado de salud, en otros momentos dejaban que viviera de una manera lo más normal posible, cumpliendo con sus compromisos de trabajo, como esposa y como madre, siempre con una sonrisa en su rostro y con el ánimo de una guerrera en su batalla más importante.
Incluso, en junio de 2017, comunicó a sus seguidores que su cáncer se encontraba “en remisión”, lo que significa que estaba bajo control, lo cual la tenía muy feliz.
Sin embargo, en abril de este año, casi dos después de la buena noticia, se comenzó a especular que la rubia habría recaído en la enfermedad que la aquejaba, pues se había ausentado inesperadamente del programa Este es mi estilo, en el que participaba como jurado. Fue ella misma quien en ese momento, desmintió el rumor a través de un video en su cuenta de Instagram.
Lamentablemente, a dos meses de que surgieran las especulaciones, Edith perdió la batalla, y falleció a los 54 años, a consecuencia, según un comunicado oficial de su familia, “de un súbito deterioro de salud, resultante de una recurrencia del cáncer que se diagnosticó hace tres años”.
Pero, ¿qué es el cáncer de ovario, cuáles son sus síntomas y cómo ataca?
Se dice que este es el enemigo silencioso de las mujeres, pues su detección llega casi siempre de manera tardía, pues sus síntomas suelen ser confundidos con otros malestares menores, no malignos.
Estos son:
- Hinchazón o inflamación abdominal
- Sensación de saciedad rápida al comer
- Adelgazamiento
- Molestias en la zona de la pelvis
- Cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento
- Necesidad frecuente de orinar
Cuando Edith presentó estas molestias, acudió al médico, y ella misma relató: “En días pasados fui intervenida, porque padecía unos fuertes dolores en la base abdominal y, efectivamente, encontraron tejidos cancerosos que fueron removidos en su totalidad”.
De acuerdo al Programa de cáncer de Ovario del Instituto Nacional de Cancerología (CAOVA), se han detectado dos tipos: epitelial y germinal. El primero se desarrolla en las células que cubren el órgano, mientras que el segundo, inicia en las células al interior del ovario.
Especialistas de dicho programa, señalaron que: “las manifestaciones clínicas del cáncer de ovario epitelial son inespecíficas y pueden confundirse con otros tumores menos graves, como síndrome de intestino irritable o síndrome premenstrual. Los signos pueden ser difíciles de reconocer, particularmente en etapas tempranas”.
El mismo Programa, indica que el cáncer de ovario es más letal incluso, que el de mama o el cervicouterino. Según datos oficiales, este ocupa el segundo lugar en México de cánceres femeninos y el séptimo en mujeres a nivel mundial.
Quienes lo padecen, comienzan por presentar síntomas de tipo gastrointestinal, como colitis, estreñimiento, distensión o dolor abdominal, molestias al orinar, colitis e incluso, sangrado vaginal anormal.
Por su parte, la Sociedad Americana de Cáncer, reveló que una paciente con cáncer de ovario, puede además, presentar cansancio extremo, dolor de espalda, cambios en el periodo menstrual y hasta pérdida de peso.
Dicho organismo detalló que la pronta atención a los síntomas, puede mejorar las probabilidades que la enfermedad se diagnostique en sus comienzos y se trate con buenos resultados. Sin embargo, explicó también que lo complicado del cáncer de ovario, es que suele detectarse en etapas muy avanzadas, cuando generalmente, ya se ha propagado.
En su página oficial, el CAOVA revela los siguientes factores riesgo:
- Inicio de la menstruación antes de los 12 años.
- Mayor número de ciclos menstruales en la vida de la mujer.
- No haber tenido hijos
- Herencia: tener un familiar cercano (madre, hermana o hija) que ha padecido o padece cáncer de ovario, mama o colon.
- Terapia de reemplazo hormonal. Se usa para tratar los síntomas de la menopausia.
- Edad. El riesgo aumenta con la edad, principalmente después de la menopausia
También revela factores que reducen los riesgos de desarrollar cáncer de ovario:
- Número de embarazos. Existe un menor riesgo entre las mujeres que han tenido hijos en comparación con las que no.
- La lactancia, debido a que reduce la exposición de la mujer a altos niveles de estrógenos por aumentar la prolactina.
- Uso de anticonceptivos hormonales. Las mujeres que toman anticonceptivos hormonales durante 3 años, disminuyen el riesgo de padecer cáncer de ovario en 27% respecto a la población general
Cifras oficiales, arrojan que en México se hacen 11 diagnósticos diarios de cáncer de ovario y se registran siete muertes al día por esta situación.
Fuente: Programa de Cáncer de Ovario del Instituto Nacional de Cancerología (CAOVA) Consulta aquí: https://www.cancerdeovario.org.mx/