La tragedia en Tlahuelilpan, Hidalgo, es mucho más amarga de lo que se pensaba: la cifra de 21 fallecidos tras la explosión de un ducto de Pemex, aumentó a 89 según informó la mañana de este lunes el secretario de Salud, Jorge Alcocer. De acuerdo a Alcocer, 51 personas se encuentran hospitalizadas y dos fueron dadas de alta el fin de semana. Omar Fayad, gobernador de la entidad, señaló el sábado que el número heridos ascendió a 76, de los cuales varios se encuentran en estado grave; de esta manera advirtió que la cifra de muertos podría seguir aumentando considerablemente.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que todo el gobierno federal se encuentra consternado con la magnitud de la tragedia e indicó que se está trabajando en los hospitales para salvar la mayor cantidad de vidas posibles.
“Queremos, antes que nada, ofrecer nuestro más sentido pésame a los familiares de las víctimas, informarles que todo el gobierno está con ellos”, dijo el mandatario en conferencia de prensa en Palacio Nacional. AMLO se trasladó a Tlahuelilpan la madrugada de este sábado para supervisar las labores de rescate y coordinarse con las autoridades estatales al respecto. Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena, señaló que al menos 600 personas estaban presentes en el ducto dañado tratando de recolectar combustible, cuando éste explotó. Aseguró elementos de la Policía y del ejército que se encontraban en el lugar advirtieron a las personas del peligro que representaba un fuga así de esa dimensión, pero la gente respondió agresivamente.
De acuerdo con fuentes locales, la toma clandestina de gasolina que originó la explosión ya antes había presentado fugas de igual magnitud, pero fue hasta este viernes que ocurrió una explosión de tan fatales consecuencias.