Luego de ser uno de los galanes de telenovela más cotizados, y lucir durante muchos años “cuerpazo”, Eduardo Santamarina ahora es un divertido conductor de televisión, al que poco le importa ahora estar pasadito de peso.
Y reveló que a su esposa, Mayrín Villanueva, tampoco es algo que le afecte y que su descuido físico no les ha causado ningún conflicto como pareja. “Yo sé que cada pareja tiene sus políticas, pero mi mujer, panzón o no panzón, cachetón o no cachetón, barbudo o no barbudo, me acepta como soy y me ama como estoy”.
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Eduardo fue cuestionado sobre, si siendo Mayrín una de las mujeres más guapas y con mejor cuerpo del espectáculo, no le causaba alguna culpa no conservarse en forma.
“Ella nos pone el ejemplo a todos, es muy disciplinada, ya quisiera yo tener el 2% de la disciplina que tiene mi mujer… Pero bueno, ella me da mis jalones de oreja. Hasta me dice ‘yo ya me subo y te dejo cenando solo porque no puedo’, pero no es algo que sea conflicto entre nosotros como pareja, porque se puede volver algo muy feo, de pleitos y todo. Ya estamos muy grandecitos los dos y no hay que estar como mamá e hijo, que tienes que estar diciéndole”.
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En cuanto a si los kilitos de más, a sus 51 años, no han afectado su salud, Lalo asegura que, por fortuna, todo está en orden. “Me hago un chequeo cada año. Mayrín y yo vamos y gracias a Dios todos nuestros niveles están bien”.
“No me puede molestar algo que es obvio, como diría nuestro querido Juan Gabriel, ‘lo que se ve no se pregunta’. ¿Por qué me voy a molestar, si estoy gordo, cachetón o panzón? Pues no me voy a enojar por eso, al contrario, lo tomo, lo recibo con cariño, y no me afecta, si así fuera, haría algo para revertirlo, pero soy tan cínico que pues no” señaló el conductor de ‘Miembros al aire’ sobre el hecho de que constantemente reciba comentarios negativos por su físico, de los medios de comunicación.
Aunque también aceptó que, si bien no es algo que le provoque mayor angustia, ya comenzó a cuidarse de nuevo: “Ya ahorita dije ‘hasta aquí, Eduardo’, ya me empiezo a poner las pilas, ya sé lo que tengo que hacer y lo que no… Gracias a Dios la panza se puede quitar, hay cosas que ni volviendo a nacer se pueden quitar”, indicó divertido.