En entrevista con Yordi Rosado en el programa La última y nos vamos, Juan José Origel no pudo evitar romper en llanto al recordar el triste día en que falleció su mamá, doña Teresa Padilla, pues fue en la noche de Navidad de 2004, cuando él se encontraba de viaje en Brasil. Pepillo admitió que este acontecimiento lo dejó marcado de por vida, pues nunca pensó que los últimos momentos de su madre, a quien era muy apegado, él estaría lejos de ella. El periodista contó a Yordi que ese 24 de diciembre, llamó a su mamá y platicaron sobre lo que había cocinado para la cena de Nochebuena, pues recibiría a sus demás hijos, nietos y hasta bisnietos, y que cuando terminaron la llamada, le dijo que la amaba y pronto se verían, pero nunca imaginó que no sería así.
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El exdirector de nuestra revista, TVyNovelas, explicó a Rosado que él se encontraba en plena fiesta en Brasil, pero que de pronto, algo le hizo cambiar de estado de ánimo y tuvo unas ganas intensas de abandonar el lugar y volver a su hotel. “De repente no sé qué me pasó, estando en la fiesta dije ya me voy, ya me voy, ya me quiero ir. Yo como loco, quiero llegar al hotel, pero no había taxis… En ese momento mi mama había muerto. En el momento en el que pasó todo eso, mi mamá estaba muriendo”, rememoró con nostalgia.
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Juan José relató que finalmente, pudo volver al hotel donde se hospedaba y se quedó dormido, cuando le llamaron de la recepción para avisarle que tenía una llamada de León, Guanajuato (su tierra natal y donde vivía doña Tere). “Yo estaba dormido y me llama mi sobrino Gustavo… Me dice ‘Pepillo, se murió tu mamá, se murió Tita. Terminando la cena se murió ahí con ellos, en la mesa”. Origel reveló que cuando se enteró de la muerte de su mamá, se volvía loco de la desesperación y quería volver a México lo más pronto posible, pero tras varios intentos, le fue imposible y logró llegar cuando ya habían pasado el velorio y la cremación. “Fue tan fuerte. Me volví loco (cuando recibió la noticia), me salí a una terraza y ahí lloré como loco. No pude venir ni al entierro nada, era 25 de diciembre, no había vuelos. De Brasil me fui a Argentina, de ahí me fui a El Salvador, tres días y cuando llegué ya me dieron la cajita”, expresó entre lágrimas.