Este 6 de mayo los duques de Sussex, Meghan Markle y Harry, se convirtieron por primera vez en padres. Su bebé nació muy temprano por la mañana y se trata de un lindo varón. La llegada de este bebé de la realeza marca el fin de un embarazo un tanto polémico, pues sus padres rompieron que algunas tradiciones de la Corona británica, sin contar los dimes y diretes que surgieron entre Meghan y Kate Middleton, su concuña, esposa del príncipe William. GETTY IMAGES Tradiciones ignoradas… Meghan y Harry parecieron no tener en cuenta ciertas costumbres que la realeza de Gran Bretaña contempla con mucha solemnidad. Para empezar, la exactriz tuvo un baby shower en Nueva York, festejo que no está dentro del protocolo de la Corona. A pesar de eso, la duquesa de Sussex no tuvo empacho en viajar a la Gran Manzana para acudir a la fiesta que sus amigas le organizaron su amigas, entre las que destacan Abigail Spencer, Jessica Mulroney, Amal Clooney, Serena Williams y Priyanka Chopra. El lujoso baby shower estuvo aderezado por otro factor: Kate Middleton no asistió, situación que acrecentó los rumores de que entre ambas existe cierta rivalidad no declarada. De acuerdo con varias fuentes no confirmadas, la duquesa de Cambridge no habría viajado a New York con su concuña de debido a que se fue de vacaciones con sus hijos y esposo William.
Los duques de Sussex también rompieron otra tradición: habrían escogido la marca iCandy para la carriola de su bebé, con un valor aproximado de casi 40 mil pesos, siendo que por muchas generaciones la familia real ha usado la firma Silver Cross. El nacimiento de su primogénito supone el inicio de un camino en el que existen muchas tradiciones por seguir… o romper. Ya el tiempo nos lo dirá.