Rocío Sánchez Azuara recordó entre lágrimas, cómo fueron los últimos momentos de su hija Daniela, y cuáles fueron las palabras que se dijeron antes de que la joven falleciera, el pasado 23 de septiembre.
La conductora el programa ‘La 3ra en discordia’ conversó con la periodista Mara Patricia Castañeda, para su programa de YouTube, ‘En casa de Mara’, en donde, a casi seis meses de haber perdido a su amada hija, abrió su corazón a pesar de lo difícil que le resulta aún hablar del tema. “Mi hija no se murió porque yo siempre la voy a llevar conmigo”, externó mientras el llanto cortó sus palabras.
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“Creo que cuando perdemos a nuestros seres queridos, si los olvidamos, mueren, y yo no la voy a olvidar nunca, Daniela es y será siempre un ángel para mí y lo que yo sentí, porque hablamos mucho de la muerte, ella estaba consciente de que eso podía suceder, y jugábamos mucho, decíamos: ‘quien se vaya primero viene por la otra’, y yo lo hacía para que ella no sintiera miedo a la muerte”, externó la presentadora.
“En la casa está Daniela, se respira Daniela y yo la siento conmigo todo el tiempo, trascendió a un lugar en donde ahora no sufre, donde puede tener la paz que no tuvo desde los 12 años de edad, hasta los 31 que se fue… Era una guerrera”, explicó Rocío a Mara.
Sánchez Azuara reveló que el día en que Daniela murió, no era en el que supuestamente sucedería, por lo que su hermano, José Luis, quien vive en Miami, no alcanzó a llegar a México para despedirse, sin embargo, tuvieron una conversación telefónica para hacerlo: “hermana, ni me despido, tú vas a seguir aquí, te voy a seguir haciendo reír, me vas a seguir inspirando, vamos a seguir juntos, y ahí te alcanzo después”, fueron las palabras del joven a su hermana mayor.
La comunicóloga indicó que en sus últimos días, Dany tuvo una crisis, en la que, de tener dos válvulas del corazón atrofiadas, los doctores dijeron que ya eran tres. Los riñones ya no funcionaban, pero en ese momento, se volvió más importante un trasplante de corazón, que de riñón, pero por ambas condiciones, ninguno era viable, por lo que tendría que entrar a terapia intensiva.
“Ella dijo ‘no, tú y yo quedamos en una cosa, y lo que tú quieras, pero yo tiro la toalla, no me quiero morir en una plancha. Aparte tú y yo ya hablamos, ya sabemos lo que va a pasar, nos vamos a volver a ver, te falta un chorro, pero nos vamos a ver’”, fueron las palabras que la hija pronunció a su madre.
“Acuérdate que quedamos que si está mejor allá que acá, me llevas”, fue la respuesta de la mamá, quien desde el fondo de su corazón, explicó que el dolor de la pérdida ha sido “como si le arrancaran algo en tu interior, el alma o no sé qué, pero respiras y ahí está siempre ese hueco”.