Hace unos días, José Eduardo Derbez dio un adelanto de su programa en YouTube, en el que la invitada de lujo era nada más y nada menos que su mamá, Victoria Ruffo. En el avance, vimos dos puntos que nos dejaron enganchados esperando la siguiente parte: el saber porqué o cómo la actriz quemó su casa, y su reacción cuando su hijo le dijo que la pondría ¡en una videollamada con Eugenio Derbez, su papá! En la charla, en la que se nota la confianza que existe entra madre e hijo, Ruffo compartió cómo fueron sus inicios en el medio del espectáculo, y una que otra anécdota familiar. “Empezó desde chiquita, desde los 7 años, pero yo empecé a hacer comerciales porque tu tía Marcela quería ser modelo, entonces le pidió a mi mamá que la llevara a una agencia de modelos. Yo oigo esa conversión y digo: ‘yo voy’, pero yo no quería ser modelo, yo quería ser actriz, y bueno, a la que le dieron los comerciales fue a mí”, expresó una de las actrices consentidas de la televisión mexicana.
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Victoria platicó que luego de los comerciales, realizó fotonovelas, que era la moda en esa época. También recordó que incursionó como conductora en el programa Variedades de media noche, con Manuel ‘El Loco’ Valdés, el cual sólo permaneció tres meses al aire, tras su llegada. “Me fue muy bien porque conocí gente muy linda, mucha gente que me ayudó mucho. Era un programa en vivo, en vivo no puedes repetir, entonces me ayudó mucho a soltarme, a poder decir las cosas”, admitió. Entre la plática, la protagonista de La fiera, Simplemente María y La madrastra, llegó a la primera anécdota que nos intrigaba desde el avance. José Eduardo pregunta: “¿Por qué quemaste tu casa?”, la primera respuesta de su mamá fue “Pues por tonta”, entre risas nerviosas. “No, no, yo quisiera saber por qué la quemaste y cómo la quemaste. Y cuán fue la reacción de tus padres, porque yo recuerdo que a mí de repente me iba mal si rompía algo con el balón en la casa, no me quiero imaginar quemando una casa”, dijo el tercer hijo del comediante Eugenio Derbez. “Bueno, estábamos jugando Marcela y yo y Gaby estaba en la cunita. Yo era la sirvienta y mi hermana Marcela la princesa; le hice una cama hermosa dentro del closet, donde colgaban unas sábanas preciosas y le tapaban la camita. Entonces yo le llevaba el desayuno, levantaba la sabanita que era como la cortina… Luego cerraba la puerta y la cerraba con llave, entonces decía: ‘cada vez que cierro la puerta mi hermana, que es la princesa, se queda a oscuras, ¿cómo la princesa se va a quedar a oscuras?’; entonces dije: ‘¿qué le pongo? ¡Pues una vela!’, relató. Entonces, contó que metió la vela al clóset y volvió a cerrar la puerta. “De repente, oigo los toquidos de Marcela, ‘ábreme’. Y abro y una humareda y ya había llamas. Aentro estaban guardados los uniformes de la escuela, y le dijo “Ay, Marcela y mañana a la escuela, saca los uniformes, y pues nos bajamos con los uniformes y dejamos a Gaby en la cuna. La “muchacha” se dio cuenta de que Gaby estaba en la cuna y fue por ella”. Finalmente, explicó que todo el primer piso de su casa se incendió y que la anécdota fue muy fea. Victoria relató también que cuando hizo La Fiera, se le subió la fama a la cabeza, pues ella y Guillermo Capetillo se volvieron muy populares y a donde iban, los reconocían y admiraban, pero que su mamá, llegando a su casa, le bajaba “los humos” de inmediato. Además, admitió que le encantaba andar de fiesta, pues grababa telenovela en la mañana, hacía teatro por la tarde, y de ahí se iba a Garibaldi y llegaba a su casa con mariachis, y que le encantaba tomar tequila. José Eduardo resaltó que de ahí venía su herencia pachanguera, y su mamá dijo “sí, de este lado, porque del otro no, ese es muy feo”. Finalmente, el hermano de Aislinn, Vadhir y Aitana Derbez, así como de Vicky y Anuar Fayad, lanzó la pregunta que desde hace un par de días, nos tenía con el “alma en un hilo”. “”Si fueras a comer tú sola, ahorita, con Eugenio Derbez, ¿qué le preguntarías, o si lo tuvieras en un facetime en el teléfono, qué le dirías?”. “Pues le diría hola, y nada más, porque lo que sigue ya son puras mentadas de madre. O sea, no, lo único que podemos cruzar, es un ‘hola’”, afirma la primera actriz. En ese instante, José Eduardo se dirige a alguien de la producción de su canal: “A ver César, pásame el teléfono que lo tenemos en una videollamada”. Victoria sólo lanzó un asombrado “¡Nooo!”, y nos volvimos a quedar intrigados, con un letrero de “continuará”