A la presentadora la vida le cambió por completo: quedó soltera y en bancarrota. Se levantó, luchó y está sacando adelante a su familia
Después de separarse, quedar en bancarrota, perderlo todo y sentirse derrotada, Viena Ruiz volvió a empezar de cero, acompañada de sus cuatro hijos, en Medellín.
Se siente feliz, realizada y con vitalidad para terminar de criar a Luciana, Nicolás y Camilo, sus trillizos quinceañeros, y para continuar con la educación de Carlos Mario, su hijo de 2 años. Viena, sin tapujos, ni recelo, habló sobre sus fracasos, el amor y la sabiduría que llegó luego de la tormenta que comenzó a vivir hace 3 años.
?Mis hijos son mi vida entera, aunque siento que el año pasado los descuidé por los viajes y las ocupaciones. Ahora quiero darles tiempo de calidad?, dice con cierta nostalgía, pero sonriente.
Para esta sesión de fotos Viena posó con ellos mientras jugaban en un parque de diversiones, en el que la naturaleza y la unión familiar fueron indispensables para que la presentadora se sintiera cómoda contando cómo han sido estos tres años en los que la vida le dio un giro de 180 grados.
La presentadora nacida en Medellín entró en bancarrota, porque invirtió sus ahorros en la firma comisionista en la que trabajaba Juan Carlos Ortiz, su exesposo (de 2011 a 2015) y padre de Carlos Mario, su hijo menor.
La carismática conductora y modelo, que vivía a sus anchas y que tenía a sus hijos como reyes, emprendió un camino de humildad en el que le tocó aceptar la ?derrota? económica, empacó la ropa en cajas, dejó Bogotá y se mudó con Clara Viena, su mamá, a Medellín.
Luego de verse sin salida, de intentar tener una nueva relación sentimental, después de su separación, recompuso su camino: abrió un mercado de multinivel con unos productos de rejuvenecimiento, Nu Skin, por lo que debió recorrer el país de domingo a domingo; es la presentadora de Mujeres en 3D, programa del Canal católico Tele Vid, de Antioquia; tiene una producción online llamada Mujeres 30.40.50, en la que habla de temas femeninos a diferentes edades, y es imagen de varias marcas.
¿Cómo están tus heridas?
?¡Sanaron! he pasado por un proceso muy bonito, las experiencias difíciles te dan aprendizajes. Aprendí a no preguntarme el porqué, sino el para qué. El para qué me lo ha respondido el alma. Todo me pasó para estar fortalecida en Dios. Es que cuando a uno le tocan cosas duras, tiene que tocar el fondo y volver la mirada hacia Dios, ahí te das cuenta del poder de Él??.
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