SIN MIEDO A LA VERDAD inyectó nueva razón de vivir a su protagonista, Alex Perea
TEXTO: NAYIB CANAÁN Y GABRIELA DE LOS SANTOS • FOTOGRAFÍAS: JAVIER ARELLANO, ARCHIVO
Sin miedo a la verdad le cambió la vida. Hoy, Alex Perea disfruta a plenitud su carrera con esta serie que lo posiciona como uno de los galanes jóvenes del momento. Su personaje de Manu, una especie de héroe cibernético, ha conquistado a la audiencia, y desde este lunes 9 de marzo promete mantenernos en suspenso con el inicio por las estrellas de la tercera temporada producida por Rubén Galindo. El actor, que en septiembre pasado cumplió 30 años, nos cuenta sobre los retos de esta nueva entrega, pero también detalla cómo disfruta su vida ahora que llegó al llamado tercer piso.
“ES MUCHA RESPONSABILIDAD TENER ESTE PROTAGÓNICO”
Interpretas a Manu por tercera vez, ¿qué te retó esta nueva temporada?
Nunca me había tocado grabar una tercera temporada en las series que he hecho, y estoy muy contento, porque ha sido un antes y un después para mí. Es mucha responsabilidad tener este protagónico en horario estelar, porque lo ven muchísimas personas. Hace dos años hicimos el pi- loto de la primera temporada, y con tanta competencia y plataformas, estar vigentes nos hace sentir orgullosos.
¿Cuántos capítulos serán?
La primera fue de 20, la segunda de 25, y ésta de 40. Antes hacíamos un capítulo con más tiempo, y ahora con menos, pero estamos más acoplados sobre cómo lo tenemos que hacer; como equipo nos hemos entendido mucho mejor. Ha habido evolución en capítulos, personajes, fotografía, etc.
¿Manu seguirá sufriendo?
Sí, es un personaje que sufre en lo que tiene que hacer, que es ayudar a las personas y, además, en su vida en general. Será muy complicado el amor con Bere, Andrea... Habrá decisiones que debe ir tomando, y en los casos en los que tiene que solucionar, sufrirá, pero toma decisiones para salvar.
¿El personaje te sacó de tu zona de confort?
Yo creo que sí, un poco; para empezar, esta caracterización es muy complicada. A veces pienso en las personas que tienen cicatrices en la cara, como una quemada, y no imagino su día a día. Es curioso, porque en los descansos de grabación salgo a comprar algo y la gente se me queda viendo pensando que la quemadura es real.
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“AL PRINCIPIO ME DIJERON QUE HARÍA A UN CHAVO FRESA”
¿Cómo te desconectas después de tantas escenas de acción?
Descansamos los domingos, y lo que hago es dormir todo el día. Intento leer y estudiar los capítulos que faltan cuando pasa esto de la caracterización. Soy fanático del cine, me gusta despejarme.
¿Tienes alguna anécdota que recuerdes?
Las grabaciones del Ajusco, ¡era un frío espantoso! Grabar a las 3 de la mañana en motocicleta era pesado, pero al final nos divertimos mucho por el cariño del equipo; hay muy buen ambiente laboral..
El productor te conoce desde la telenovela Amy, la niña de la mochila azul, ¿qué ves en todo este recorrido?
Puro agradecimiento. Hice un casting para el primer episodio de Sin miedo a la verdad; me dijeron que era un chavo fresa que saldría en un capítulo; lo hice, después me llamaron para otro personaje, y finalmente fue Manu, me quedé con el protagonista. Rubén ha dicho muchas cosas bonitas de mí y hemos logrado algo increíble. Agradezco su confianza para un proyecto tan importante.
¿Tendrá que ver la actualidad de México con lo que plantea la serie?
Sí, el mensaje es esperanzador. Sabemos que pasan cosas bien complicadas, y en el día a día es muy difícil el México que se está viviendo. Al final, en esta serie se deja un mensaje esperanzador para no dejar de luchar por lo que queremos. Debemos tener más empatía, no sólo como mexicanos, sino como humanos, por las demás personas; poner nuestro granito de arena y cambiar las cosas. No tienes que ser un superhéroe para hacer un cambio en tu vida.
“CUANDO ESTAMOS MUY JÓVENES NO APROVECHAMOS MUCHO A LA FAMILIA”
Ahora que tienes 30 años, ¿cuál es tu visión de la vida y de la carrera?
La vida es buena cuando veo que tengo a mis padres con- migo, a mi familia con salud. Ya con eso me siento muy feliz. Además, económicamente también estoy tranquilo con todo lo que ha ocurrido con las series. Siento que es una etapa maravillosa de mi vida.
¿Entraste en crisis?
Confieso que sí me pegó. Cuando uno tiene los 20 piensa que nunca van a llegar los 30, pero llegan. Obviamente me pongo a pensar que se pasa muy rápido el tiempo, y eso me hace reflexionar para dar lo mejor de mí, porque de repente, cuando estamos muy jóvenes, no aprovechamos a la familia.
¿Aprendiste a valorar más a las personas?
Sí, aprendí a entender que ahorita lo más importante es mi familia y que debo aprovecharla y disfrutarla.
¿Hay una diferencia entre la rutina de los 20 y la de ahora, que tienes 30?
Claro, va cambiando todo, has- ta por el trabajo. Mis amigos, por ejemplo, tienen trabajos más normales y tranquilos, y pueden tener su viernes y su sábado para hacer cualquier actividad, cosa que no ocurre en mi caso.
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