La cinta es protagonizada por Chris Pratt, Jennifer Lawrence, Michael Sheen y Laurence Fishburne estará en cines a finales de diciembre
En un futuro cercano, la Humanidad se encuentra con una oportunidad para abandonar el planeta Tierra, superpoblado y sobrevalorado, en busca de nuevos entornos habitables. Este viaje supone un largo recorrido por el espacio de una duración de 120 años que los colonos deben recorrer en estado de sueño inducido en cápsulas especiales de hibernación.
La nave Avalon, pilotada de forma automática y provista de las últimas tecnologías de autorreparación, es la primera en enviar civiles de forma masiva en un grupo de 5,000 personas. Los problemas empiezan cuando, debido a una avería en las cámaras de sueño, un pasajero despierta de su hibernación 90 años antes de llegar a su destino. Desesperado al comprobar que no puede regresar a su cápsula, Jim Preston (Chris Pratt), un joven mecánico, comienza a desesperarse ante la perspectiva de envejecer y morir absolutamente solo. Sin embargo, conoce a Aurora Lane (Jennifer Lawrence), una escritora de Nueva York que tiene como objetivo viajar por el espacio para después publicar la experiencia en un periódico y todo cambia para él justo en el momento en el que la inmensa nave empieza a acumular una serie de fallos en cascada. Los problemas técnicos de la nave Avalon comienzan a la par que los narrativos cuando de repente varios giros de guión desestabilizan la historia.
Conociendo la premisa, es importante señalar que es un producto más de la ciencia ficción moderna: la primera hora de la película cumple con lo esperado. Tenemos la clásica historia de un náufrago espacial encarnado además por un Chris Pratt que se ajusta al papel como un guante. Sin embargo, a partir de un determinado punto, el guión es errático y empieza a explorar nuevos géneros sin forma. Pasa del romance al cine de aventuras y se precipita en un final que parece tomar por tonto al espectador.
Sin embargo, que el viaje tenga sobresaltos y cambios repentinos en el ritmo de la historia es también un acierto porque Passengers cuenta con algunos momentos que rozan lo sublime y, bueno, aunque no deja satisfechas las expectativas, hay que reconocer su ambición por contar una historia interesante. No del todo satisfactoria, pero sí un poco entretenida.
En términos generales, podría haber dado muchísimo más de sí porque cuenta con un buen reparto, unos efectos especiales impresionantes, unos sets de rodaje alucinantes y ciertos pasajes incluso poéticos que hasta nos traen a la cabeza obras magnas de la ciencia-ficción. No obstante, cumple a medias dejando un sabor de boca agridulce por no convertirnos en ese tercer pasajero en la aventura con ellos.
VIDEO E IMÁGENES: SONY PICTURES
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