El gran héroe americano regresa a la pantalla, esta vez en forma de piloto de avión interpretado por Tom Hanks
¡La nueva cinta con Tom Hanks está aquí! Y debemos decirlo... ¡es espectacular! Toda la trama del filme gira alrededor del “milagro en el Hudson”, en el que un experimentado piloto de US Airways consiguió dirigir un avión A320 para aterrizar en las heladas aguas del río Hudson de Nueva York, es más célebre en Estados Unidos de lo que recordamos en Europa. Tras la pérdida de dos motores, a causa de una bandada de pájaros, nada más despegar, Chesley Sullenberger logró salvar la vida de 155 pasajeros consiguiendo realizar con éxito una peligrosa maniobra.
Clint Eastwood parece haber encontrado en este personaje a su nuevo “americano ordinario convertido en héroe”, sacado de la historia reciente de los Estados Unidos, y confirma que su tendencia hacia el film biográfico significa una etapa final de su carrera como director clara, en la que direcciona todos sus esfuerzos a la reivindicación del triunfo del espíritu humano a través de hechos extraordinarios relativamente recientes.
La mejor secuencia de Sully es el repaso, a modo de flashback, del evento sobre el que se vertebra el filme. Contado desde diferentes puntos de vista, todos los momentos anteriores al aterrizaje, y el posterior rescate son fascinantes. Otra prueba más de la efectividad de la dirección compacta de Eastwood, cuyo dominio del oficio le sobra para plantear una escena de acción marcada por la confusión constante, envolviendo al espectador de forma ultrarrealista en la desorientación de los afectados tras el accidente.
Pero no todo es miel sobre hojuelas para el protagonista, pues su posición de héroe público, frente a las dudas sobre su actuación y su futuro, crean un constante peso sobre él, retratado por el director y Tom Hanks como un marginado por su ética profesional, una persona completamente normal,perseguido por la burocracia por el simple hecho de hacer las cosas de forma correcta. Un hombre que incluso mantiene una compostura cuando la agencia de seguridad estadounidense examina su caso con la ignominia de querer arrinconar al héroe, cuestionando su competencia desde el estrado del diablo.
Con todo, su poca duración (¡quisieramos ver más!) se agradece que sea una película entretenida e interesante; la mano experta del director mantiene el interés creciente durante todo el metraje, además que cada una de las interpretaciones resulta excelente. Estamos viendo en la pantalla grande un relato emocional sobre el valor, que rinde homenaje al personaje real y su gesta sin salirse de su perspectiva de docudrama, sencillo y perfectamente perfilado para llegar al clímax más tranquilo de la carrera del director, en modo de enseñanza sobre la moral arrebatada en tiempos de crisis, poniendo a un ser humano corriente como faro del sentido común en el amanecer de tiempos mucho más oscuros. ¡No te la puedes perder!
FOTOS: FACEBOOK.COM/SULLYMOVIE
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